El «Hombre de Vitruvio» podría esconder un algoritmo de una fórmula aritmética y geométrica

La conclusión de esta investigación, que ha durado casi cuatro décadas, es que el «Hombre de Vitruvio» («Uomo Vitruviano»), un verdadero icono del genio del Renacimiento – la muy célebre representación de las proporciones ideales del cuerpo humano, realizado por Leonardo da Vinci a partir de los textos de arquitecto de la antigua Roma, Vitruvio –, es en realidad la imagen de un algoritmo secreto. Un algoritmo anterior que los artistas han utilizado desde el siglo IV al VIII para «certificar» sus propias obras como inspiradas en la Proporción Divina (el número áureo, llamado también proporción divina y razón dorada, en el ámbito de las artes figurativas y de la matemática indica el número irracional número irracional 1,6180339887… ).

Durante cinco siglos el dibujo del «Hombre de Vitruvio» habría escondido un engaño, es decir: no solamente es mucho más de lo que parece, sino que también habría sido realizado para dar forma en modo cifrado o en clave al secreto de los secretos. La antigua fórmula aritmética y geométrica que los gremios de artistas utilizaban y se transmitían entre ellos, observando los parámetros impuestos por la Iglesia, para realizar cualquier tipo de obra. El historiador de arte Roberto Concas es el autor de estas afirmaciones. Tiene 67 años y es exdirector del Museo Arqueológico Nacional de Cagliari (Cerdeña). Su trabajo se explicará en dos volúmenes que se publicarán en enero y a los que se dedicará una gran exposición en Cagliari en mayo 2020, con un significativo título: «El engaño del Hombre Vitruviano. El algoritmo de la proporción divina».

El primer descubrimiento de Concas en el dibujo realizado por Leonardo en 1490 es que contiene dos hombres en dos diversas edades de la vida, quizás incluso tres. Esto según el profesor Concas se comprueba viéndolo en un espejo para que aparezca la imagen real del dibujo, dando un sentido a lo que hasta ahora se consideraban «errores».

Él lo explica así a Ansa: «Todo ha iniciado de las preguntas que me hice sobre los Retablos de Cerdeña. ¿Por qué –me preguntaba- tienen esta forma particular a tres? No había respuestas. He investigado durante 30 años. Después, en un momento dado encuentro el algoritmo que me hace comprender cuál es la parte central y cuál la lateral. Pero eso era solo el inicio. En el 2012, mirando el dibujo del Hombre de Vitruvio advierto una proporción similar en la línea de abajo: dos partes más pequeñas, una central más grande».

«Fue como abrir una caja tras otra, cada solución me abría otras tres al mismo tiempo, una serie de casos. Empecé a comprender que el dibujo contiene dos caras. El ojo derecho es de un hombre maduro, el de la izquierda es de un rostro más joven. Me vino la intuición: Si Leonardo escribió con la izquierda (el artista era ambidiestro) aprendió utilizando el espejo… también aquí usa el espejo para reconstruir una figura completa. Y las medidas me han dado razón».

¿Qué representa y qué importancia tiene la teoría o, mejor dicho, el descubrimiento del profesor Concas? Lo explica a Ansa la directora de los museos de Cerdeña, Giovanna Damiani: «Yo lo definiría como revolucionario, porque es un descubrimiento capaz de imponer un nuevo paradigma en la historia del arte, un canon que ha permanecido inédito, que no cancela los que son habituales para nosotros, pero abre a nuevas interpretaciones, quizás intuidas por algunos historiadores del arte, pero nunca hasta hoy codificadas».

Dos hombres en el mismo dibujo, y con el espejo se ve claramente. De edades diferentes, pero diseñados para representar lo que el matemático Luca Pacioli, fraile franciscano, definía como ciencia secretísima de la Divina proporción. En el libro de Pacioli, titulado precisamente «Sobre la proporción divina» –o proporción áurea-, con ilustraciones de Leonardo da Vinci, publicado en 1509, trata sobre las proporciones matemáticas y sus aplicaciones a la geometría, al arte visual y a la arquitectura.

A este respecto, profesor Concas pone un ejemplo: «Las medidas de los brazos, que son diversas, proceden del concepto de un numero generador, 225.5 y 180,5. Haciendo restas o divisiones se obtienen todas las medidas exactas de los dos brazos».

Leonardo temía que con el tiempo se perdiera la proporción áurea o número de oro –llamada por primera vez «Divina Proporción», a comienzos del siglo XVI–, «la regla que había sido usada por arquitectos, escritores y poetas», según precisa el profesor Concas. «Se utilizó por primera vez –añade– en el Arco de Constantino, en el 315-325 d.C., los años del primer concilio de Nicea, el primer concilio ecuménico cristiano. Pero también en la Piedad de Miguel Ángel y obviamente en la Gioconda. Después de todo, eran reglas sencillas, como las del fútbol, 17 reglas simples. Después, en su puesta en práctica, hay quien es capaz de marcar como Ronaldo. Así también Rafael hacía obras maestras ateniéndose a las reglas».

http://www.ansa.it/english/news/lifestyle/arts/2019/12/02/vitruvian-man-conveyed-algorithm_621c28d3-f972-422a-9c37-fc0b6f13b7be.html

Acerca de Félix Ruiz

Trabajador Social de formación y apasionado de las temáticas relacionadas con el misterio desde siempre. Redactor de noticias, escritor novel, lector compulsivo y buscador incansable de preguntas que compartir con todo aquel que sea curioso y quiera saber más.

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