El auge de las nuevas tecnologías y la colonización digital del modo de vida occidental tiene a veces unas vertientes un tanto extrañas que únicamente podrán comprenderse a largo plazo. Internet ha transformado el mundo hasta límites insospechados, permeando casi cualquier actividad humana, que ya debe pasar casi de forma obligatoria por un filtro electrónico. Eso incluye a las relaciones sociales, cuyas formas tradicionales siguen cediendo terreno en pos del uso de las redes sociales o de webs y aplicaciones que sirven para que personas de todo el mundo contacten entre ellas. Se puede medir absolutamente todo: gustos comunes, caracteres, ideologías y un largo etcétera. Ello tiene sus ventajas e inconvenientes, como casi todo en esta vida, y uno de los más notables es el de esa pérdida del contacto cara a cara, el descubrimiento de cosas nuevas en torno a quienes nos interesan.
En cuanto al establecimiento de relaciones amorosas pasa lo mismo. Y cada vez hay más pruebas de ello. El reporte emitido la semana pasada viene a incidir en una realidad que será palpable pronto, dentro de un par de décadas. Y es que cada vez más son los encuentros de personas con los mismos gustos por medio de redes sociales o por parte de aplicaciones de citas como Tinder. Tanto así que incluso, hay quienes ya no pueden buscar pareja si no es por medio de una app. Lo que para muchos es una ventaja, pero que tiene esa vertiente más negativa que se comentaba antes.
El reporte del Imperial College Business School indica que desde el inicio de este siglo, al menos un 35% de los bebés que han nacido lo hicieron de padres que se conocieron en Internet. Todo ello cuando las redes sociales aún eran algo muy básico y sin desarrollas. Donde apenas existían filtros y los contactos no se ajustaban a unos criterios filtrados a través de unos algoritmos de compatibilidad, como pasa en estos momentos con multitud de herramientas digitales.
Llevando esos datos más allá y extrapolándolos a unos veinte años en el futuro, continuando con la comentada tendencia, para el 2037 la mitad de nacimientos será de personas que se conocieron en Internet. Muchos de esos progenitores comenzarán su relación previo contacto mediante redes sociales o apps. No deja de ser una curiosidad, pero a la vez es una muestra más de la transformación tan profunda que han sufrido las relaciones sociales en apenas un cuarto de siglo.
https://www.imperial.ac.uk/news/194152/by-2037-half-babies-likely-born/