Un equipo de arqueólogos ha descubierto en el yacimiento arqueológico de Tipán Chen Uitz, ubicado en Belice, dos paneles de piedra de hace 1.300 años en el que aparecen representados antiguos mayas jugando con nueve pelotas de un palmo mientras portan unos impresionantes abanicos. Según los expertos, los paneles datan del 700 d. C.
IBT informa de que son los primeros paneles hallados jamás en la historia de Belice en los que aparecen mayas jugando a pelota. En el primer panel se observa a un jugador de pelota, reconocible por su postura y su cinturón protector. Está jugando con una gran pelota redonda, mientras que en su mano izquierda sostiene un complejo abanico. Los expertos suponen que mediría en torno a los 1,5 metros de ancho y los 70 centímetros de alto en su forma inicial, pero casi el diez por ciento de la imagen se ha perdido con el paso de los siglos. Además, los arqueólogos sugieren que el panel fue intencionadamente vandalizado en algún momento, encontrándose en especial una de las figuras extremadamente rayada.
El panel porta una inscripción en la que se lee “nueve pelotas de palmo”, lo que indica la medida de la circunferencia de la pelota. En otras partes del panel se puede leer el sorprendente nombre del jugador, “Ocelote Rollo de Agua”. El segundo panel, como informa IBT , es algo más pequeño, pero en él también se observa una figura humana que participa en un juego de pelota. Desgraciadamente, el rostro de esta figura también ha sido rayado.
Los juegos de pelota eran muy importantes desde un punto de vista social y político para los mayas, como mencionan los autores de un estudio publicado en la revista Antiquity , “El análisis iconográfico y glífico de estos paneles dentro de un contexto regional aporta nuevos datos sobre las relaciones sociopolíticas a gran escala, demostrando que el juego de pelota era un importante medio y mecanismo de filiación macropolítica en las tierras bajas mayas,” escriben los autores, encabezados por Christopher Andres de la Universidad del Estado del Michigan, según informa IBT .
El Ulama, sin lugar a dudas el más famoso juego de pelota de la historia mesoamericana, no era simplemente un juego para las civilizaciones olmeca, maya y azteca, era mucho más que eso. Como informaba anteriormente Ancient Origins , el Ulama era considerado una batalla que libraba el sol contra la luna y las estrellas, representando los principios de luz y oscuridad (y posiblemente también la batalla entre el bien y el mal). Además, los movimientos de la pelota simbolizaban la rotación del sol para los pueblos azteca, olmeca y maya. Para los mayas el juego era conocido como Pok a Tok, los aztecas lo llamaban Tlachtli, y en nuestros días la mayoría de la gente se refiere a él como Ulama. Se cree que se extendió por el sur hasta alcanzar Paraguay, y por el norte hasta lo que hoy es Arizona. La cancha de pelota mesoamericana más antigua conocida es la de Paso de la Amada, en México, datada mediante radiocarbono en una antigüedad en torno a los 3.600 años.
Hasta la fecha se han descubierto casi 1.300 canchas de pelota mesoamericanas, y se calcula que todas las ciudades mesoamericanas de la antigüedad tenían al menos una. Las canchas olmecas eran del tamaño de un campo de fútbol moderno, y vistas desde el cielo parecían una “I” mayúscula con dos zonas de anotación perpendiculares en los extremos. Las canchas estaban delimitadas por bloques de piedra, y se jugaba en un recinto rectangular con muros inclinados. Estos muros a menudo estaban revestidos y pintados de vivos colores. Serpientes, jaguares y águilas de piedra labrada aparecían representados junto con imágenes de sacrificios humanos, en un hecho que sugiere una conexión con la divinidad.
El nuevo estudio se centra en el hecho de que en estos juegos de pelota no participaban únicamente las gentes del pueblo llano, sino individuos de todo tipo de origen socioeconómico. Nobles y dirigentes locales han sido retratados jugando en diversas ocasiones, mientras que también aparecen importantes personajes extranjeros en imágenes y obras de arte de aquella época.
“Estos paneles con jugadores de pelota podrían reflejar un sistema más grande de lealtades cimentado en parte por actuaciones públicas en las que participaban terratenientes y señores en el juego de pelota,” escriben los autores del estudio según informa IBT . Los investigadores son optimistas respecto a la posibilidad de que, examinando de nuevo estos paneles, se pueda descubrir más información sobre la configuración sociopolítica de la antigua civilización maya.