La NASA y sus socios internacionales están poniendo los toques finales al nuevo hogar de la humanidad en el espacio. La futura estación espacial, que reemplazará a la ISS cuando llegue a su retiro en la próxima década, tendrá un tamaño menor pero llevará a los astronautas miles de kilómetros más lejos en el espacio profundo. Lo más excitante sobre esta nueva estación, destinada a orbitar en el espacio cislunar —el espacio existente entre la Tierra y la Luna—, es que será un firme escalón hacia las futuras misiones hacia nuestros vecinos celestiales más cercanos, como asteroides, la Luna y Marte.
Los ingenieros de la NASA y sus colegas de otras cuatro agencias espaciales (CSA, ESA, Roscosmos, JAXA) han estado trabajando en el diseño de la estación cislunar por años, aunque sin tener la luz verde por parte de los jefes políticos, tuvieron que mantener un bajo perfil, reporta el sitio Popular Mechanics.
Si todo sale como está planeado, la primera misión será lanzada en 2023. Consistirá en posicionar una nave robótica llamada Power and Propulsion Bus (PPB) en una órbita excéntrica cercana a la Luna. Transcurridos un par de años, arribarán a la misma órbita dos módulos en forma de barril que se unirán al PPB. Esto permitirá albergar hasta cuatro astronautas por 90 días. Poco después, a mediados de la década del 2020, se agregará una esclusa de aire construida por los rusos que facilitará a los astronautas caminar fuera de los módulos.
En el exterior, los dos módulos —de 4×5 metros y con un peso de 10 toneladas c/u— estarán recubiertos con radiadores que actuarán como armadura contra micrometeoritos. Afortunadamente, el espacio cislunar es prácticamente prístino a comparación de la órbita terrestre, donde abunda la basura espacial, lo que permitirá a los diseñadores desarrollar muros más delgados. Por otro lado, los cuatro puertos de atraque servirán para conectar todo y recibir las visitas de naves espaciales (por ejemplo, provenientes de la superficie de la Luna o Marte).
En el interior, todo será meticulosamente organizado para ahorrar el máximo espacio posible. Los esfuerzos para reciclar y reutilizar cada gota de agua, oxígeno y cualquier otro recurso consumible, serán fundamentales.
El desafío más grande para los ingenieros en el diseño de la estación cislunar es cómo lidiar con la basura. Dado que el espacio es limitado y eyectar la basura desperdicia el preciado oxígeno, se necesitará implementar un método para compactar los desechos. Eventualmente, toda la basura acumulada será sacada de allí mediante una nave de carga. Por último, los medios para llegar hasta la estación aún son motivo de debate. Cada cambio de tripulación será acompañado por una nave de abastecimiento; sin embargo, la NASA aún no ha decidido cómo se transportarán los recursos hasta allí y quién será el proveedor —ya sea público o privado—.
http://www.popularmechanics.com/space/a25872/nasa-cis-lunar-orbit/