El pasado mes, un equipo del Museo de la Universidad de Bergen estuvo excavando en un yacimiento al oeste de Noruega, y entre trozos de cerámica y cristal encontraron también algo mucho más interesante: los restos de un juego de mesa más antiguo que el ajedrez, con casi 1.700 años de antigüedad.
En total, encontraron 18 piezas —que serían las fichas— y un dado. Lo curioso es que el dado, en vez de tener la forma cúbica a la que estamos acostumbrados, consistía en una especie de varilla alargada de piedra con números escritos. Arriba se pueden ver las cuatro caras alargadas del dado.
Este juego de mesa fue encontrado en una tumba de la temprana Edad de Hierro. Se piensa que había sido inspirado en el juego romano Ludus latrunculorum, y que a su vez había servido como predecesor del Hnefatafl, un juego que se volvió muy popular durante la era vikinga.
Los descubrimientos que hicieron en la tumba de Ytre Fosse ayudarán a los investigadores a entender mejor la importancia y el impacto social de los juegos durante esta época.