Descubierta en el límite del Ártico, esta es la única mujer hallada hasta ahora en una necrópolis cuyos restantes ocupantes eran hombres, enterrada en una matriz de cobre y pieles. La cabeza de la mujer presenta largas pestañas, abundante cabello y unos dientes impresionantes. Esta asombrosa mujer del siglo XII habría formado parte de una civilización desconocida de cazadores y pescadores que dominó el lejano norte siberiano hace siglos, una civilización con sorprendentes conexiones con Persia.
Momificada accidentalmente y con una edad probablemente en torno a los 35 años, sus delicados rasgos aún son visibles, y los tonos verdosos que se observan en su rostro serían el rastro de los fragmentos de un caldero de bronce que ayudó a la conservación de sus restos en la tumba excavada en el permafrost.
Se encontraron pendientes circulares de bronce cerca de su cráneo, envuelto en piel de animal, posiblemente de reno, y corteza de abedul, materiales que le servían de matriz. Al igual que en otros restos humanos similares, los pies de estas momia medieval estaban orientados en dirección al río Gorny Poluy, un hecho que probablemente encierre un significado religioso. Su estatura era de aproximadamente 1,55 metros.
También han sido desenterrados en el yacimiento arqueológico de Zeleny Yar en el transcurso de las excavaciones de este verano los restos de un bebé, casi con toda probabilidad una niña aún sin dientes. No se cree que este bebé tenga relación alguna con la mujer, cuyo cuerpo no se encontraba en buen estado de conservación con la única excepción del cráneo.
El arqueólogo Alexander Gusev, del Centro Ártico de Investigaciones de Rusia, ha confirmado que esta momia cubierta de cobre constituye el primer hallazgo de los restos de una mujer en este antiguo cementerio:
“Hay algunos huesos mal conservados que no nos permiten determinar su género, pero vemos claramente por su rostro que era una mujer’, apuntaba al respecto Gusev, añadiendo posteriormente que: ‘Este hecho cambia radicalmente nuestro concepto de este cementerio. Hasta ahora creíamos que solo había en él hombres adultos y niños, pero ahora tenemos una mujer. Es apasionante.”
El pueblo al que perteneció esta mujer sobrevivía cazando y pescado al límite del Círculo Polar Ártico. Pero curiosamente, las aproximadamente tres docenas de tumbas de adultos investigadas hasta ahora contenían en todos los casos restos de hombres, algunos de ellos con el cráneo destrozado, lo que posiblemente sugiera que esta mujer era socialmente importante. Se han encontrado también en el antiguo cementerio tumbas de niños de ambos sexos.
El equipo conjunto de científicos rusos y surcoreanos tiene previsto realizar numerosas pruebas de todo tipo (entre ellas de ADN) para investigar los restos arqueológicos de la mujer.
El Dr. Sergey Slepchenko, investigador del Instituto para el Desarrollo del Norte perteneciente a la rama siberiana de la Academia Rusa de Ciencias con sede en Tyumen, ha explicado acerca del hallazgo que el cráneo estaba bien conservado porque quedó ‘envuelto’ en fragmentos de un caldero de bronce.
“La mujer y el niño proceden de tumbas diferentes, de modo que no podemos decir que sean parientes,’”aclaraba Slepchenko, añadiendo a continuación que: “Definitivamente no son madre e hijo.”
Es probable que el análisis de los restos se prolongue durante un año, y dependerá en gran medida de la financiación del gobierno. Los académicos consideran estas pruebas cruciales para comprender la presencia humana en el Ártico. Slepchenko, por su parte, espera poder recrear el rostro de la mujer.
El investigador ha añadido además que: “Durante la conservación natural de la momia en el terreno se completó el proceso de putrefacción. Los tejidos blandos restantes estaban bañados en una solución de cobre procedente de los platos rituales con los que se cubrían los cuerpos.” Se han tomado además muestras del cerebro de la mujer para realizar un análisis de paleo-ADN.
El profesor Dong-Hoon Shin, de la Universidad Nacional de Seúl, explicaba acerca del descubrimiento: “En el mundo existen dos tipos de momias: artificiales y naturales. Un excelente ejemplo de momias de origen artificial son las egipcias. La momificación natural de los cadáveres enterrados se observa habitualmente bajo ciertas condiciones del entorno –permafrost, presencia de objetos de cobre en la tumba– y clima. Se encuentran en desiertos y en el norte. Las momias árticas, similares a las halladas en Zeleniy Yar, son muy escasas. Es por esta razón por lo que son tan singulares. Debido a su elevado nivel de conservación, los órganos internos de las momias están también intactos, lo que resulta increíblemente interesante para nuestra investigación.”
http://siberiantimes.com/science/casestudy/news/meet-the-mummified-polar-beauty-her-long-eyelashes-and-hair-still-intact-after-900-years/