Los sacerdotes Incas ofrendaban a los volcanes Ampato y Pichu-Pichu a niños y adolescentes “bellos y puros”

Archaeological and Anthropological Sciences publicó el artículo “Sacrificios humanos Incas de los volcanes Ampato y Pichu Pichu, Perú: nuevos resultados de un análisis bioantropológico”, en el cual explican los secretos de los sacrificios humanos Incas realizados en las ceremonias del Capacocha en los volcanes Ampato y Pichu-Pichu hace más de 500 años.

En la edición número 13 de la revista internacional especializada en antropología Johan Reinhard, miembro de la sociedad National Geographic quien además fue el descubridor de la “La Dama del Amapato”, junto con Dagmara M. Socha, científica del Centro de Estudios Andinos de la Universidad de Varsovia (Polonia) y en coordinación con el equipo del Museo Santuarios Andinos de la Universidad Católica de Santa María, explican cómo los sacerdotes incas ofrendaban a los volcanes a seres humanos para lo cual desde su nacimiento los preparaban a través de una crianza y alimentación especial y cuando eran entregados a sus deidades debían consumir brebajes que los hacían entrar en trance y unirse de esta forma a los dioses.

Para los sacrificios utilizaban niños, niñas y mujeres jóvenes que se caracterizaron por su belleza y pureza, debido a que consideraban que este tipo de acciones agradarían a sus deidades y les concederían bendiciones y prosperidad.

Los resultados del análisis bioantropológico de los restos de dos sacrificios en las cumbres de los nevado Pichu-Pichu durante el ritual del Capacocha, revelan que los infantes tenían 3 años cuando fueron victimizados hace más de 500 años; en los restos se hallaron marcadores de estrés (parámetros fisiológicos, bioquímicos, inmunológicos y patológicos) relacionados con la primera infancia, lo que permite concluir que estos niños desde su nacimiento fueron preparados para ser ofrendados.

También en el artículo científico, nos explican que hallaron una segunda tumba donde fueron colocados dos cuerpos de adolescente de sexo masculino entre los 13 y 14 años, así como el de una jovencita de 16 años, todos sacrificados con un golpe certero en la cabeza, debido a que en los cráneos se halló daño en la parte derecha producido por un objeto contundente. Los cuerpos estaban ataviados con ajuares funerarios que incluían alfileres de oro y cobre en miniatura, tazas y cucharas de madera. También se encontró un collar, una bola de hilo y una pequeña bolsa tejida (chuspa) con hojas de coca.

Los científicos que escribieron el artículo, nos explican que la palabra quechua “Pichu” significa pico. En Arequipa se encuentra un volcán que tiene dos picos, el más alto de ellos se ubica a 5,664 metros sobre el nivel del mar; el macizo tuvo un gran impacto para los Incas, que lo consideraba una de sus deidades. Es por ello que debían brindarle respeto y le tenían temor; por lo que para agradarlo le llevaban ofrendas. Para ello construyeron una plataforma hecha en piedra, la cual tenía en la parte central una mesa donde los sacerdotes realizaban los sacrificios humanos en su honor.

En la actualidad esta construcción está parcialmente derrumbada debido a los movimientos sísmicos que se producen en Arequipa. Asimismo, en el nevado se halló un Tambo Inca (estación de paso) ubicada a 4,600 metros sobre el nivel del mar, el cual fue utilizado como lugar para almacenar provisiones y descansar antes de subir a la cumbre para realizar los rituales.

En el artículo publicado el 14 de mayo, los investigadores revelan que durante la época inca el volcán del Ampato ubicada en la provincia de Caylloma, fue considerado como una de las deidades más importantes del Contisuyo (parte sur oeste del imperio).

Parte de los restos óseos hallados en los nevados Pichu Pichu y en el Ampato, así como instrumentos metálicos, ofrendas y tejidos que fueron objeto de estudios científicos que permitieron al mundo conocer más sobre los rituales incas como el Capacocha, se guardan en el Museo Santuarios Andino de la Universidad Católica de Santa María.

https://link.springer.com/article/10.1007/s12520-021-01332-1

Acerca de Félix Ruiz

Trabajador Social de formación y apasionado de las temáticas relacionadas con el misterio desde siempre. Redactor de noticias, escritor novel, lector compulsivo y buscador incansable de preguntas que compartir con todo aquel que sea curioso y quiera saber más.

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