No han pasado ni dos días desde que se informaba del brote de semillas en la Luna, un hito que sorprendía a muchos y que abría el camino hacia la futura creación de biodiversidad en el satélite. Aunque ya se advertía algo: las temperaturas extremas serían un gran problema. Y así fue: los brotes murieron. Así informan diversos medios internacionales, donde se detalla que a pesar de que el experimento en un principio fue un éxito, la noche lunar fue más fuerte.
En la noche se alcanzan temperaturas de hasta -170 grados Celsius, por lo que era un desafío demasiado grande. Aún así, lo logrado por los taikonautas no es menor y son los primeros pasos en lo que podría ser la colonización del satélite.