La Ciencia avala el mito vampírico: la sangre joven como remedio contra males del envejecimiento

El Vampiro, litografía del siglo XIX por R. de Moraine (siglo XIX) ilustrando el momento en que después de haberlo exhumado se destruye a un vampiro clavándole una estaca en el pecho. Fuente: Wikipedia Public Domain.

A pesar de lo que se pueda pensar, el mito vampírico es casi tan antiguo como la propia especie humana. La imagen colectiva del vampiro conecta con Drácula u otros vampiros victorianos. La sangre joven atrae a los chupasangres y les ayuda a sentirse lozanos y fuertes, sin sentir los achaques propios del envejecimiento. Ahora, la ciencia ha acercado un poco más la leyenda a la realidad, y es que la sangre de personas jóvenes sí que favorece la salud de los más mayores.

Es de sobra conocido que fue Bram Stoker quien dio pistoletazo de salida al furor moderno por el vampiro. Su Drácula pasó a formar parte de esa inmortalidad de la que disfrutaba el conde. El personaje estaba basado en Vlad Tepes, el voivoda al que las tradiciones alemanes y húngaras tachaban de tirano, pero nunca de vampiro. En el siglo XIX, los rumanos hicieron de él un héroe nacionalista, pero Stoker fue un paso más allá y transformó al hombre en ser mítico. Basándose en el momento de su muerte – diciembre, con tradiciones que apuntan a que el Mal puede desatarse en los cambios de año – o en su apodo – Draculea, título heredado de su padre, miembro de la Orden del Dragón creada en 1408 por el Emperador Segismundo de Luxemburgo –, Stoker creo una simbiosis entre los cuentos sobre vampiros a los que accedió en el Trinity College y la biografía del conde para dar luz a un ser sediento de sangre, inmortal, y siempre en busca de nuevas víctimas.

Hay quien opina que hubo algún elemento más a tener en cuenta. Por ejemplo, el autor Andy Struthers lanzó en 2016 una hipótesis, recogida en su libro Drácula encarnado: Desenterrando al Drácula definitivo, según la cual la novela de Stoker estuvo basada en los trabajos del sacerdote y novelista Sabine Baring-Gould. Struthers apunta a dos libros concretos: Lycanthropy: the study of Werewolves y Margery of Quether.

«El libro de los hombres lobo y la historia de vampiros le proporcionaron a Stoker elementos de su historia, y prácticamente todo lo que necesitaba para la creación de su cuento del vampiro, posiblemente incluyendo la voz del vampiro, que era una mujer» dijo entonces Struthers.

Fuera cual fuese la inspiración última del irlandés, el vampiro entró con fuerza en el siglo XX. Desde entonces, hemos encontrado referencias a él en multitud de obras literarias, películas o videojuegos, que a su forma tratan de dar una vuelta de tuerca a un mito perenne pero que sabe conservar su halo de misterio y adaptarse a los nuevos tiempos, fascinando a las nuevas generaciones. De hecho, a veces se dan episodios tan rocambolescos como la desaparición en 2015 de la cabeza del cineasta F.W. Murnau, director de la célebre Nosferatu, de su tumba familiar de la localidad de Stahnsdorf, a pocos kilómetros de Berlín. Su película vampírica, estrenada en 1922, sigue siendo considerada la mejor película de terror silente, o mudo.

Asimismo, sucesos acaecidos de cuando en cuando refrendan la influencia del mito a la hora de desatar pánico colectivo. Uno de los casos acaecidos en los últimos años tuvo lugar en Yemen, cuando un hombre fue detenido tras beber sangre de varios perros en la localidad de Hudaiydah, al oeste del citado país. La gente acusó al detenido de ser un chupasangre de carne y hueso, que se dedicaba a alimentarse a base del fluido vital de animales.

Así nació el “vampiro de Hudaiydah”, solo un ejemplo más de esa influencia que se señaló antes, y que no parece que vaya a desaparecer a corto plazo. Es más, ahora parece estar más presente que nunca, gracias a un estudio publicado en Nature, y que parece demostrar que, al fin y al cabo, las leyendas tienen una pequeña parte de verdad.

La “parabiosis” y la obsesión de Ambrosia

Hace un par de años los medios de comunicación se hicieron eco de las excentricidades de Peter Thiel, co-fundador de Paypal y uno de los primeros inversores de Facebook, un multimillonario obsesionado con luchar contra el envejecimiento. Esa fijación le llevó a invertir por la parabiosis, que según su definición es el desarrollo simultáneo de dos organismos, siendo uno de ellos el que disfruta de vida a expensas del otro. Esto es, uno de ellos es una suerte de alimento para el otro. Es en ese contexto donde Thiel comenzó a moverse, viendo negocio seguro en el hecho de aprovechar la sangre joven para “alimentar” a personas mayores. Desde luego, no ha sido Thiel el primero en interesarse por la vertiente científica del mito vampírico. Ya se tienen noticias de experimentos al respecto en el siglo XIX, y en el XX tuvieron continuación de manos de otros científicos, como Paniz Kamran y un grupo de UCLA, que lograron unir un ratón con GFP – que expresa alguna proteína fluorescente – con uno WT – wild type, no mutado – logrando que las GFP pasaran de uno al otro espécimen.

Ilustración de “Varney the Vampire” de 1847. Fuente: Wikipedia Public Domain.

Los trabajos en ratones dieron esperanzas a aquellos que pensaban que la sangre de sujetos más jóvenes puede paliar síntomas del envejecimiento, por lo que comenzaron a ampliar sus miras. Y Thiel se lanzó de forma entusiasta a lograr lo que otros no habían podido hacer hasta entonces. Entonces apareció Ambrosia, la compañía fundada por Jesse Karmazin, que trata de dar forma a los sueños del millonario. Con sede en California, sus ensayos parabióticos fueron la comidilla de muchas personas durante meses, pues etiquetaban a Thiel como una especie de “vampiro moderno” con deseos de ser joven de forma permanente.

Los prometedores resultados de Ambrosia dieron vuelo al millonario, que se unió al negocio y que sigue enfrascado en su búsqueda del elixir de la eterna juventud. Los candidatos que se presentaban a las pruebas de Ambrosia no lo hacían gratis, sino que debían pagar unos 8.000 dólares, además de trasladarse a Monterey, California.

Karmazin insistía en su momento en que los mecanismos de la parabiosis no eran del todo conocidos, y que desde luego estaban muy lejos de las fantasías de los hombres y mujeres que ansiaban resultados milagrosos. Eso sí, el plasma de la juventud contiene proteínas que mejoran las funciones celulares de personas de más edad, además de contribuir a que el organismo de un individuo “viejo” produzca las mismas de forma natural.

«Los efectos parecen ser permanentes. Es como si la expresión genética se resetease.»

En el año 2016 no se tenían pruebas fehacientes de que la parabiosis o el trasplante de plasma alargaran la vida o revertieran el envejecimiento. Pero desde entonces se ha seguido avanzando en esa dirección. Los resultados eran prometedores y las inversiones eran – y siguen siendo – fuertes. A pesar de las posibles complicaciones derivadas de tratamientos de este tipo, sobre todo del desarrollo de tumores cancerosos debido a la cronicidad de la replicación celular, Ambrosia y otras empresas no han cejado en su empeño. Y parece que por fin empiezan a dar sus frutos, o al menos eso es lo que se desprende de las últimas investigaciones al respecto, acaecidas durante el verano y presentadas en Nature en estos días.

El plasma joven contra la enfermedad

Las transfusiones comercializadas por Thiel y su compañía han seguido su curso, al módico precio de unos miles de dólares. En estos últimos meses se ha dado un paso más. La conclusión a la que se llega en estos momentos es la siguiente: inyectarse sangre joven a menudo combate enfermedades crónicas que se relacionan con el envejecimiento. Y esta vez no se trata solamente de Ambrosia, sino que científicos del University College de Londres refrendan unos resultados sorprendentes.

Peter Thiel, detonante de toda la actividad de Ambrosia. Fuente: Creative Commons.

Un estudio realizado en torno a setenta personas mayores de treinta y cinco años, a las que inyectaron plasma de donantes voluntarios de entre dieciséis y veinticinco, ha arrojado un dato muy llamativo: los marcadores relacionados con enfermedades comunes del proceso de envejecimiento han mejorado de manera notable. Entre los más destacados, una reducción del 20% en las proteínas llamadas antígenos carcinoembrionarios, comunes en personas con diversos tipos de cáncer.

Pero el asunto va más allá. Las proteínas amiloides que se aglomeran en los cerebros de pacientes con demencia también disminuyeron. Un señor de cincuenta y cinco años en las primeras etapas del Alzheimer mejoró con una sola transfusión. Asimismo, una señora de edad más avanzada y con la enfermedad más desarrollada mejoró de forma muy parecida. Esto parece querer decir que hay algo de cierto en que la sangre joven ayuda a organismos más longevos a lograr rejuvenecer, e incluso hacen remitir los síntomas de ciertas enfermedades.

«La accesibilidad práctica de tanto el microbioma como la sangre humana hacen que su manipulación terapéutica sea un acercamiento particularmente atractivo, pero necesitamos más investigación en animales para establecer las consecuencias a largo plazo y posibles efectos colaterales», advierte la genetista Dame Linda Partridge, autora principal del estudio publicado en Nature.

De ser cierto, Ambrosia se convertiría en la gallina de los huevos de oro, siendo la punta de lanza de una tecnología que logre alargar la vida de sus pacientes. De hecho, representantes de la empresa ya vislumbran un futuro en el cual los ancianos reciban varios trasplantes al año, logrando así un mayor vigor. Lo que desconocemos es si el tratamiento seguirá al módico precio que tiene actualmente, aunque probablemente sea mayor que el actual. Las leyendas tienen algo de ciertas en su fondo. La verdad siempre supera a la ficción. Nada de muertos que se levantan de la tumba, ni de estacas en el corazón, ni de absorber sangre de chicas jóvenes. Solo un puñado de excéntricos con dinero, investigación y deseos de mantener las fuerzas y la salud durante el mayor tiempo posible. ¿Hasta dónde llegará esta suerte de vampirismo científico e innovador? Solo el tiempo lo dirá.

Fuentes:

  • https://www.nature.com/articles/s41586-018-0457-8
  • https://www.newscientist.com/article/2133311-human-tests-suggest-young-blood-cuts-cancer-and-alzheimers-risk/
  • http://www.inc.com/jeff-bercovici/peter-thiel-young-blood.html
  • http://www.thedailybeast.com/articles/2016/08/07/peter-thiel-isn-t-the-first-to-think-young– people-s-blood-will-make-him-immortal.html
  • http://pijamasurf.com/2015/07/roban-cabeza-de-la-tumba-de-f-w-murnau-legendario-director-de-nosferatu/
  • http://www.dailymail.co.uk/news/article-3472697/Dog-vampire-bit-sucked-canines-blood-captured-Yemen-feeding-puppy.html
  • http://www.plymouthherald.co.uk/Dracula-wasn-8217-t-Transylvania-8211-DEVON/story-28673511-detail/story.html

Acerca de Félix Ruiz

Trabajador Social de formación y apasionado de las temáticas relacionadas con el misterio desde siempre. Redactor de noticias, escritor novel, lector compulsivo y buscador incansable de preguntas que compartir con todo aquel que sea curioso y quiera saber más.

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