Cuando un ordenador está moviendo datos de su memoria de acceso aleatorio (RAM, por sus siglas en inglés), más rápida pero volátil, a su memoria de solo lectura (ROM, por sus siglas en inglés), o almacenamiento permanente, el proceso dura unos pocos milisegundos. Sin embargo, la tecnología de memoria de cambio de fase requiere un material que pueda cambiar de forma, pasando de estado amorfo a cristalino. En la actualidad estos materiales de tipo binario solo se pueden separar cuando alcanzan la temperatura de fabricación necesaria, lo que dificulta la incorporación de estos materiales en los circuitos de los ordenadores.
«Nuestro equipo de investigación ha encontrado una manera de superar este gran obstáculo con la tecnología de cable pequeño», explica Desmond Loke, profesor adjunto del SUTD y uno de los investigadores que participaron en el estudio.
Los científicos descubrieron que el bacteriófago M13 podría usarse para atraer los materiales de tipo binario en cables utilizables a una temperatura más baja, de modo que se pueda crear la memoria de fase.