La Proporción Áurea se puede calcular tomando una línea y dividiéndola en dos partes desiguales, con la longitud de la parte más larga dividida por la longitud más corta igual a la longitud total dividida por la parte más larga.
El factor 1.618… (Phi, Φ) describe el «número Áureo» (también llamado «razón Áurea» o «número de oro») y puede ser observado en la naturaleza y el arte. Por ejemplo, en obras arquitectónicas excepcionales —como el Partenón o ‘El Hombre Ideal’ de Leonardo da Vinci—. Si las proporciones de las partes de un objeto o cuerpo están en el radio de 1.618 entre ellas, el ojo humano las ve como particularmente balanceadas y armoniosas.
Si bien es cierto que se hay ejemplos variados en la naturaleza, hasta el momento nadie había reparado en esta posible relación con el cráneo humano. Pero el equipo encargado del estudio hizo asimismo una comparativa con otros cráneos animales, reforzando su hipótesis respecto a esta conexión. De esta forma, los cráneos de especies como perros, dos tipos de monos, conejos, leones y tigres divergieron de esta proporción.
«Los otros mamíferos que examinamos en realidad tienen proporciones únicas que se acercan a la Proporción Áurea con una mayor sofisticación de especies», dice Rafael Tamargo, profesor de neurocirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. «Creemos que este hallazgo puede tener importantes implicaciones antropológicas y evolutivas».
¿Una mayor sofisticación de la especie está directamente relacionada con la perfección según nuestros parámetros? De esta forma, la capacidad craneal y el volumen del cerebro podrían jugar un papel inesperado y crucial en la evolución de la humanidad como especie que cuenta con una inteligencia y una razón desarrolladas.
Los investigadores publicaron sus hallazgos en la edición de septiembre de la revista Journal of Craniofacial Surgery.
https://insights.ovid.com/crossref?an=00001665-201909000-00034
https://www.sciencedaily.com/releases/2019/10/191003083252.htm