“Sabemos que existió, sabemos quiénes le encargaron algunos de sus cuadros, sabemos que trabajó para el Duque de Borgoña,… Pero muchos datos importantes sobre él son sólo especulaciones. Por ejemplo, dónde nació, dónde vivió, o cómo murió”.
Hendrik Callewier dirige el Archivo Estatal de Brujas, en Bélgica y acaba de hacer un descubrimiento sorprendente. En una investigación en la Penitenciaría Apostólica del Vaticano dio con este breve texto en latín…
“Que Su Santidad se digne conceder a Jan van Eyck y a Margaretha, su esposa, de la diócesis de Lieja, cartas confesionales perpetuas…”
Dos líneas que arrojan un poco de luz en la vida misteriosa del pintor flamenco. El documento es una solicitud de dispensa enviada al Papa Eugenio IV para que autorice al artista a confesarse con cualquier sacerdote. En aquel tiempo uno se confesaba sólo con su párroco. Y es importante porque la escribió en 1941, pocos meses antes de su muerte.
“Es el primer y único documento contemporáneo en el que aparece mencionado junto a su esposa… También dice que ambos son originarios de la diócesis de Lieja, y eso es nuevo porque hasta ahora todo lo que se decía sobre el lugar de origen de Van Eyck es fruto de especulaciones o informaciones que se dan después de su muerte”.
“Poco tiempo antes de que él escribiera a Roma, en Brujas se desata una epidemia en la que murió mucha gente. Tal vez él tenía miedo de enfermar o ya estaba enfermo cuando hizo esta carta”.
Documento original: Città del Vaticano, Archivio della Penitenzieria Apostolica, Reg. Matrim. et Divers. 2, f. 165v.