Científicos de la Universidad de Yale (Estados Unidos) han identificado que la corteza parietal del cerebro humano se podría encargar de procesar las llamadas «experiencias espirituales» que muchas personas aseguran que tienen a lo largo de sus vidas.
Para desarrollar su trabajo, esos especialistas pidieron a 27 jóvenes sanos que recordaran con detalle un episodio de sus vidas en el que sintieron «una fuerte conexión con un poder superior o una presencia espiritual». Una semana después, los mismos voluntarios se sometieron a escáneres cerebrales con resonancia magnética funcional para registrar su actividad neuronal mientras escuchaban una voz femenina que leía el relato que habían descrito en la primera ocasión.
Los resultados mostraron que los participantes exhibieron patrones de actividad similares en torno al lóbulo parietal inferior izquierdo, un área usualmente involucrada en la conciencia sobre uno mismo y los demás. Con menor intensidad, también se registró actividad en el tálamo, una región cerebral relacionada con el procesamiento sensorial y emocional. En cualquier caso, los responsables de la investigación reconocen una de las principales limitaciones de este estudio: solo contaron con un pequeño grupo de participantes jóvenes con origen y características muy similares. Por ello, sus experiencias espirituales —así como el abanico de sensaciones que les producen y la manera que tienen de procesarlas— no se pueden considerar representativas de una supuesta espiritualidad universal.
Uno de los autores del estudio, el neurocientífico Marc Potenza, destacó que «comprender las bases neuronales de las experiencias espirituales puede ayudarnos a entender mejor su contribución a la recuperación de la salud mental y la sanación de los trastornos adictivos».
https://news.yale.edu/2018/05/29/where-brain-processes-spiritual-experiences