El explorador murió en 1814, justo un día después de que se publicase su obra Voyage to Terra Australis.
No hablamos de cualquier hombre para los australianos, sino de un verdadero héroe nacional. A pesar de ser británico de cuna, en las antípodas se le ha adoptado por ser el primer hombre en circunvalar la costa de Australia en 1798. En ese viaje demostró, por ejemplo, que Tasmania no era parte del continente. Un histórico viaje que le hizo pionero.
Asimismo, Flinders participó también la expedición que transportó el llamado árbol del pan de Tahití a Jamaica. El imperio británico quería usar el fruto de esa planta para alimentar a los esclavos de su colonia caribeña.
Su periplo fue plasmado en una obra escrita de su puño y letra, Voyage to Terra Australis, que por desgracia no pudo ver publicada, ya que murió precisamente el día anterior a su lanzamiento. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de St James Garden, pero desaparecieron junto a otros muchos después de que el lugar fuera afectado por las obras de construcción de una línea de metro.
Han tenido que tener lugar otras obras para devolver a su lugar este y otros restos. La remodelación de la estación de Euston ha permitido rescatar la sepultura de Flinders, milagrosamente intacta. Una casualidad que permitirá recordar al explorador. Un suceso feliz para los australianos.