A partir de 1945 y hasta 1962, Estados Unidos llevó a cabo 210 pruebas nucleares con el objetivo de conocer el poder de estas armas y su repercusión en nuestra atmósfera, o al menos esa es la versión oficial. En 1963 estas pruebas fueron prohibidas, lo que posteriormente derivaría en el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares que fue firmado en 1996.
Todas y cada una de las pruebas nucleares fueron filmadas y las más de 10.000 películas fueron almacenadas en bóvedas secretas a lo largo y ancho del país. Hoy, después de varios años de papeleo y trámites, alrededor de 750 películas han sido desclasificadas por el gobierno de los Estados Unidos, y 63 de ellas se han subido a YouTube por primera vez en la historia.
Como parte de un proyecto encabezado por el físico Greg Spriggs del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL), se ha logrado acceder a gran parte de estas bóvedas y extraer todas estas películas. El objetivo de esto es digitalizarlas, salvarlas, y volver a analizarlas a detalle.
Spriggs cree que con este proyecto se podrán descubrir nuevos efectos provocados por las explosiones nucleares, ya que se espera contar con la ayuda de físicos e investigadores quienes se encargarán de estudiar cada segundo de estos vídeos, ya que a día de hoy aún hay muchas dudas acerca de estos ensayos y sus posibles consecuencias.
Hasta este momento se han digitalizado aproximadamente 4.200 de estas películas, y en los últimos cinco años Spriggs ha analizado entre 400 y 500 de estas películas. En un inicio, sólo se le había otorgado autorización para analizarlas, pero al ver que habían sido filmadas en viejo acetato de celulosa y resguardadas en lugares que no estaban diseñados para su preservación, es como consiguió el permiso para pasarlas a formato digital antes de que se descompongan y se vuelvan inservibles.
“Las operaciones de las pruebas nucleares ya son conocidas, así que no hay razón para mantener las películas en secreto”.
Spriggs explica que para este proyecto tuvo que pasar por un tortuoso trámite burocrático, con miles de formularios dirigidos al Departamento de Energía, quienes a su vez pedían autorización al Gobierno Federal. Después de esto, cada vídeo paso por un proceso de revisión militar, quienes al final asignaban la orden para su desclasificación.
Hasta el momento sólo se ha publicado un “lote inicial” de 63 vídeos, pero se espera que en los próximos meses puedan subir más. A día de hoy aún hay 3.480 películas sin desclasificar, ya que aún están en proceso de revisión, algo que se estima podría llevar cinco años. Por otro lado, Spriggs calcula que al menos necesitará dos años para digitalizar el resto de las cintas.
Los vídeos publicados llevan los nombres de las operaciones secretas durante la segunda mitad del siglo XX: Operación Hardtack, Plumbbob o Teapot.
http://www.theverge.com/2017/3/15/14937904/declassified-nuclear-test-movies-youtube