Pocos casos han inspirado tantas preguntas y propiciado diferentes interpretaciones e hipótesis como el de Jack el Destripador. La ola de terror que desató en Whitechapel entre 1888 y 1891 sigue dando que hablar, y ahora un nuevo libro viene a refrendar la controversia respecto a sus víctimas, las conocidas como las “cinco canónicas”. La historiadora Hallie Rubenhold dice tener evidencias que revelan detalles desconocidos de sus víctimas, o eso afirma en The Five. La hipótesis es la siguiente: las víctimas de “Jack el Destripador” – Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly- no eran prostitutas sino mujeres sin hogar. Rubenhold asegura también encontró pruebas que sugieren que cuatro de las cinco víctimas fueron asesinadas mientras dormían en la calle.
El libro se basa en expedientes forenses del momento que señalan que todas las mujeres fueron apuñaladas hasta la muerte mientras estaban acostadas, que opusieron una resistencia mínima y que casi no se escucharon ruidos o quejidos en la zona. ¿Entonces, por qué se insistió en que todas eran prostitutas?
Rubenhold lo achaca a las actitudes “sexistas” de los policías e investigadores de ese entonces. En The Five, afirma ser la primera biografía completa escrita sobre las mujeres, que revela las historias no contadas de sus vidas antes de ser asesinadas. De acuerdo a su investigación, solo Mary Jane Kelly y Elizabeth Stride habían ejercido la prostitución pero no hay ninguna prueba de que en la época del asesinato aún fueran trabajadoras sexuales. Mientras tanto, las otras tres víctimas, Mary Ann Nichols, Annie Chapman y Catherine Eddowes, tenían ocupaciones de clase trabajadora como sirvientas y empleadas de lavandería.
Las “cinco canónicas” murieron en el área de Whitechapel de Londres entre agosto y noviembre de 1888. A pesar de la similitud de cada lesión que dejó a sus víctimas, el culpable nunca ha sido encontrado. Hasta el día de hoy, su identidad sigue siendo un misterio.
“Hay muchas más evidencias que sugieren que fueron asesinados mientras dormían, no hay evidencia de que fueran prostitutas… Es más, la gente siempre se sorprende cuando les recuerdo que la mayoría de las víctimas tenían más de 40 años”, aseguró Rubenhold al Telegraph. En esa época, tener más de 40 años era ser muy mayor.
Rubenhold explica en su libro que en ese entonces muchas mujeres pobres dormían en la calle y que la policía simplemente asumía que las mujeres sin hogar era prostitutas: “Pero en esa época en Londres, cada mañana 70.000 personas se despertaban sin tener idea de dónde recostarían sus cabezas esa noche”.
La primera de las víctimas, Mary Nichols, fue encontrada muerta en la tarde del 31 de agosto de 1888, en una puerta de entrada en Buck’s Row, Whitechapel. Había sido destripada. Annie Chapman fue hallada en el patio trasero del número 29 de Hanbury Street a las 6 a.m, poco más de una semana después, el 8 de septiembre. Elizabeth Stride fue encontrada muerta el 30 de septiembre en un patio de Dutfield, en la calle Berner. Se cree que el “Jack el Destripador” pudo haber sido interrumpido mientras le cortaba la garganta, ya que el resto de su cuerpo estaba intacto. Más tarde, el mismo día, se encontró el cuerpo de Catherine Eddowes en Mitre Square, en la ciudad de Londres, con el útero y el riñón extirpados y las mejillas cortadas. Finalmente, Mary Kelly fue encontrada en su habitación en Miller’s Court, en Dorset Street, el 9 de noviembre.
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