Starship, la nave que pretende llevar a la humanidad a Marte, es una realidad

El evento sirvió para repasar una hoja de ruta que ya conocíamos. Pero dejó clara una cosa: SpaceX va muy en serio con sus planes de llevarnos a Marte, y esos planes son hoy más tangibles que nunca. Los dos primeros prototipos a escala real de Starship (Starship Mark 1 y Starship Mark 2) se han estado construyendo simultáneamente en Boca Chica, Texas, y Cabo Cañaveral, Florida. Dos equipos independientes de SpaceX compiten no solo por la producción y optimización de la Starship, sino por ser los primeros en lanzar una misión orbital con la nave y, más adelante, una misión tripulada.

Starship mide 50 metros de largo por nueve de diámetro. Por tremendo que parezca, únicamente es la etapa superior del cohete. Pero tiene un aspecto tosco, como si fuera el trabajo de unos chatarreros aficionados a la exploración espacial. Esto no es casualidad: SpaceX ha estado construyendo los prototipos de Starship sin financiación de la NASA, al aire libre y ahorrando costes como prioridad.

Las instalaciones de la compañía en Boca Chica parecen un desguace: no hay edificios, apenas una carpa. Y sin embargo, las pruebas del cohete avanzan rápido y las técnicas de fabricación van mejorando (si Starship Mk1 parece tosco, el prototipo Starhopper era básicamente una torre de agua voladora).

En palabras de Elon Musk: «estamos mejorando el diseño y la producción exponencialmente. Mk3 será más fino, y por lo tanto más ligero y barato».

Starship Mk1 pesa 200 toneladas, pero la versión final tendrá una masa en seco de 120. La nave tiene una capacidad de carga de 150 toneladas, 1200 toneladas de combustible y una arquitectura de motor muy diferente a la del Falcon 9. Mientras que los motores Merlin del Falcon consumen 2,5 toneladas de oxígeno líquido por cada tonelada de RP-1, los motores Raptor de la Starship usan 3,5 toneladas de oxígeno por cada tonelada de metano líquido.

Starship Mk1 cuenta con tres motores Raptor, pero la versión final tendrá seis: tres Raptor de empuje a nivel del mar y tres Raptor de empuje en el vacío. Los tres primeros pueden moverse en un ángulo de 15 grados para maniobrar durante el aterrizaje. El Falcon 9 realiza esta maniobra con nitrógeno gaseoso, pero SpaceX planea que Starship lo haga con gas caliente (metano y oxígeno) a partir de Mk4 o Mk5 para aumentar su potencia y rendimiento.

No obstante, es la etapa Super Heavy lo que convierte a Starship en el cohete más poderoso del mundo. El propulsor mide 68 metros de largo por nueve de diámetro y tiene capacidad para 3300 toneladas de combustible. Tiene nada menos que 37 motores Raptor. Son tantos que la tasa de producción de motores es el mayor cuello de botella al que se enfrenta SpaceX en el desarrollo de la Starship.

Según Elon Musk, Super Heavy necesita un mínimo de 24 motores para despegar, por lo que SpaceX tendrá que fabricar 100 Raptor para cuando Mk3 y Mk4 estén listos. La tasa de producción actual es de un motor cada 8 ó 10 días, pero el jefe ya ha dejado claro que esa cifra debe reducirse a sólo 2 días.

La nave Starship es ahora más barata y fácil de producir. El mayor cambio fue abandonar la fibra de carbono en favor del acero inoxidable 301. Cada tonelada de fibra cuesta 120.000 dólares, mientras que el acero cuesta 25.000 por tonelada y puede moldearse con facilidad, incluso al aire libre (que es el motivo por el que SpaceX tiene un prototipo ya montado).

El inconveniente del acero es que tiene que enfriarse. La Starship llevará un novedoso escudo térmico hecho de losetas de cerámica que son ligeras y fáciles de producir, instalar y mantener, pero muy resistentes a las grietas. Además, el cohete enfriará partes críticas del fuselaje con microperforaciones en el acero que filtrarán propelente a baja temperatura desde el interior.

Claro que el el abaratamiento de los costes es solo una parte de la historia. Gran parte de la sencillez de Starship radica en su vuelo. La nave cuenta con dos alas traseras y otras dos superficies de control delanteras que usa para planear durante su reentrada atmosférica. Starship cae a la Tierra por su propio peso, y lo hace en horizontal, como un paracaidista.

Eso sí, para vuelos de larga duración necesitará repostar en el espacio, acoplándose a una estación en órbita con la Tierra antes de partir. Elon dice que esta maniobra es crítica para llegar a Marte, pero más sencilla que acoplar la nave Dragón a la Estación Espacial Internacional.

Starship Mk1 hará su primer vuelo de prueba en uno o dos meses. Si todo sale bien, alcanzará los 20 kilómetros de altura y aterrizará sobre sus seis patas en la playa de Boca Chica. Starship Mk2 terminará de construirse en dos meses en Cabo Cañaveral. Mk3 y Mk4 tardarán entre cuatro y cinco meses en ver la luz. Una vez que cada equipo tenga sus dos naves, SpaceX empezará a construir los gigantescos propulsores Super Heavy para hacer los primeros vuelos orbitales.

El primer viaje no tripulado de Starship Super Heavy a la órbita terrestre podría suceder en apenas seis meses, si hacemos caso a las estimaciones de Elon Musk. Será el primero de muchos. Starship está diseñada para volar hasta cuatro veces al día, y Super Heavy puede hacerlo veinte veces.

El objetivo de todo lo el asunto, según el empresario, es que nos convirtamos en una especie interplanetaria antes de que el Sol se expanda y nos mate a todos (o a todos los que sigan vivos dentro de millones de años). Starship podría llevarnos a Saturno si quisiéramos, pero Elon cree que nuestra prioridad debe ser establecer una base científica en la Luna (como las que hay en la Antártida) para luego centrarnos en construir una ciudad autosostenible en Marte.

https://www.theverge.com/2019/9/28/20888978/spacex-starship-super-heavy-update-elon-musk

Acerca de Félix Ruiz

Trabajador Social de formación y apasionado de las temáticas relacionadas con el misterio desde siempre. Redactor de noticias, escritor novel, lector compulsivo y buscador incansable de preguntas que compartir con todo aquel que sea curioso y quiera saber más.

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