Revelan las palabras ocultas de las cartas que María Antonieta escribió al conde sueco Hans Axel von Fersen

Durante la Revolución francesa, María Antonieta de Austria, reina de Francia y esposa de Luis XVI, mantuvo una correspondencia clandestina con el conde sueco Hans Axel von Fersen, su amigo íntimo y supuesto amante. Un censor no identificado redactó posteriormente algunas partes de esas notas, despertando curiosidad entre los historiadores durante casi 150 años.

Entre junio de 1791 y agosto de 1792, mientras la familia real francesa permanecía bajo estrecha vigilancia en el Palacio de las Tullerías, María Antonieta (abreviada en las cartas como MA) consiguió mantener una correspondencia muy secreta con Fersen (AF), quién incluso ayudó a organizar la fuga de Varennes, el intento fallido de los reyes de escapar de Francia. Los archivos nacionales del país europeo conservan actualmente algunas de las notas intercambiadas, adquiridas en 1982 a los descendientes del conde.

Según detallaron los científicos, la elección del vocabulario en las cartas —las palabras “amado“, “tierno amigo“, “adorar” y “enloquecer“— atestigua “una relación particular” entre la reina, decapitada en la guillotina en 1793 en París, y su amigo, masacrado por una multitud en 1810 en Estocolmo.

Es interesante cómo se entrelazan los aspectos íntimos y las cuestiones puramente políticas: las cartas mezclan efusiones sentimentales (que están redactadas), comentarios sobre la actualidad y consideraciones políticas”, señalan los autores del estudio Anne Michelin, Fabien Pottier y Christine Andraud. Además, subrayan que esa correspondencia ilustra cómo “el periodo revolucionario llega al paroxismo de la asimilación entre la vida amorosa y la vida política”.

En cuanto al censor, la hipótesis más común apuntaba al sobrino nieto del conde de Fersen, el barón de Klinckowström, o quizás a un miembro diferente de la familia Fersen. Finalmente, los investigadores descubrieron que fue el propio Fersen, apuntando que el conde era conocido por hacer copias de las cartas de María Antonieta, y la tinta utilizada para las redacciones coincidía con esas copias.

El aristócrata sueco decidió conservar las cartas en lugar de destruirlas, pero redactando algunas secciones, lo que indica que “quería proteger el honor de la reina, o quizá también sus propios intereses”, sostienen los científicos. Por otro lado, “el misterio de estos pasajes redactados, que hacen que esta correspondencia sea especial, es probablemente la razón que permitió que las cartas se salvaran cuando el resto fueron destruidas en gran parte”.

La investigación aún no está terminada y se está realizando la transcripción de todos los párrafos bajo la supervisión de curadores e historiadores.

https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abg4266#F7

Acerca de Félix Ruiz

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