Esto es precisamente lo que se detalla en un artículo publicado en Nature a través de un estudio de investigadores de la Universidad de Columbia en Nueva York, quienes buscando alternativas para extender la vida de los pulmones destinados a ser trasplantados y los conectaron a cerdos vivos. Parece que funciona.
De resultar una alternativa viable, los investigadores cuentan que el procedimiento podría permitir que los pulmones deteriorados o dañados destinados al trasplante se recuperen en solo 24 horas.
Actualmente, los médicos intentan recuperar los pulmones deteriorados utilizando una maquinaria bastante complicada llamada EVLP (perfusión pulmonar ex vivo) que bombea aire y líquidos a través de los pulmones, pero solo con un éxito limitado.
Con el fin de encontrar una mejor alternativa, los investigadores de la Universidad de Columbia se preguntaron si conectar los pulmones dañados a cerdos vivos podría ayudar a eliminar las toxinas y agregar nutrientes. Así llevaron a cabo el experimento, conectando media docena de pulmones humanos de pacientes con muerte cerebral a los sistemas circulatorios de cerdos anestesiados durante períodos de 24 horas.
¿Qué ocurrió? Que cuando bombearon aire a los pulmones dentro de cajas de plástico y agregaron medicamentos inmunosupresores que aseguraban que el sistema inmunitario no rechazaba el pulmón extraño, el equipo descubrió que la capacidad de los pulmones para suministrar oxígeno mejoró considerablemente. Para que nos hagamos una idea, un pulmón que pasó 48 horas fuera del cuerpo se había recuperado por completo. Una técnica que podría revolucionar los trasplantes. Según los investigadores:
“Si hubiera una manera de mantener los órganos en un estado saludable fuera del cuerpo durante un día o varios días, entonces muchas cosas cambiarían en el trasplante. Podrías tener una combinación perfecta. Podrías tratar los órganos lesionados fuera del cuerpo hasta que funcionen bien.”
El siguiente paso antes de comenzar a implantar será repetir el experimento con más pulmones, ya que el procedimiento conlleva muchos riesgos. Por ejemplo, los glóbulos blancos que pasaron del cerdo a los pulmones podrían desencadenar reacciones inmunes peligrosas en receptores humanos.
Aún así, todo apunta a que estamos ante una técnica muy prometedora. “Si pudiéramos ampliar el grupo de donantes, podríamos evitar muchas muertes en la lista de espera y podríamos tener una mentalidad más abierta sobre quién podría recibir un trasplante”, zanjan los investigadores.