Tras setenta años desaparecido, uno de los últimos cuadros de pintor impresionista francés Pierre-Auguste Renoir volvió a las manos de su propietaria después de que los nazis la robaran de una bóveda del Banco de París. Se trata de la pintura “Dos mujeres en un jardín”, pintada en 1919 y que perteneció a Alfred Winberger, un coleccionista de arte en la preguerra de París. Sin embargo, antes de que tuviera que escapar de la Gestapo con su familia al comenzar la ocupación nazi en París durante la Segunda Guerra Mundial, Winberger guardó unas cuantas pinturas en la bóveda del Banco de París.
El coleccionista escapó hacia los Alpes francese y perdió su colección, pues en 1941 los nazis incautaron la obra y la Einsatsztab Reichsleiter Rosenberg (ERR), la unidad militar del régimen nazi, se apropió de los bienes culturales y las transfirió a un museo.
Tras volver la paz a Europa, Winberger intentó recuperar la obra, pero fue imposible. Las autoridades estadounidense que estuvieron a cargo del rastreo de la obra aseguraron que el Renoir resurgió por primera vez en una venta de arte en Johannesburgo en 1975, luego fue revendido en 1977 en Londres, finalmente llegó a Suiza en 1999.
Pero no salió a la luz hasta que en una subasta de un coleccionista privado en Christie, en Nueva York, se diera aviso al FBI que el cuadro se encontraba ahí.
Ahora el cuadro se encuentra en manos de la heredera de Winberger, quien agradeció «poder mostrarle a mi querida familia, donde sea que estén, que después de todo lo que han pasado hay justicia», dijo Sylvie Sulitzer durante una ceremonia en el Museo del Patrimonio Judío en Nueva York.
Pero no es solo “Dos mujeres en un jardín” el que se encontraba extraviado. La heredera del coleccionista aseguró que aún hay cuatro obras de Renoir y una de Delacroix que le pertenecen a la familia y siguen perdidos.