Oumuamua podría ser el fragmento de un exoplaneta similar en composición a Plutón

En octubre de 2017, el Pan-STARRS de Hawái encontró un objeto de lo más extraño. Era un objeto celeste con forma de cigarro, alargado, rojizo y que, además, tiene el honor de ser el primer objeto interestelar que habíamos descubierto en nuestro sistema solar. Las investigaciones sugerían que estaba girando, que estaba siendo impulsado por algo, que no tenía cola y que no emitía ondas de radio, pero su origen era todo un misterio.

Inicialmente Oumuamua fue clasificado como cometa, pero cuando se acercó al Sol no desplegó la característica cola que caracteriza a estas gigantescas masas d hielo y polvo. Para hacer las cosas aún más raras, su forma (alrededor de 400 metros de largo por solo 34 de ancho) no encaja con la de los meteoritos que conocemos, y su trayectoria tampoco se puede explicar solo por las leyes de la gravedad. Todas estas peculiaridades han hecho que hasta científicos tan reputados como el astrofísico de la Universidad de Harvard Avi Loeb pongan sobre la mesa la teoría de un posible origen extraterrestre.

Ahora dos astrofísicos de la Universidad Estatal de Arizona, Steven Desch y Alan Jackson, creen haber dado con la tecla: no son restos de un naufragio, sino que lo más probable es que sean restos de un planeta similar a Plutón.

El astrofísico de la Universidad del Estado de Arizona Steven Desch y uno de los autores del estudio explica que el peculiar objeto interestelar es el producto de algún tipo de colisión entre un planeta de composición similar a la de Plutón y otro objeto. Así lo refrenda Alan Jackson, compañero de Desch, que explica que “probablemente fue desgajado por un impacto hace unos 500 millones de años y expulsado de su sistema original”.

Como resultado de esa colisión, un fragmento del planeta salió disparado y su trayectoria lo llevó a atravesar nuestro Sistema Solar. De hecho, cuando el objeto entro en nuestro sistema no tenía esa forma tan peculiar. El Sol lo erosionó hasta dejar la aguja que captaron nuestros telescopios.

¿Cómo llegaron Desch y sus colegas a esta conclusión? Pues partiendo de la velocidad a la que escapó Oumuamua cuando cambió de trayectoria y salió disparado hacia los confines del Sistema Solar. Ese tipo de efecto cohete se produce en los cometas por la sublimación del hielo, pero a cambio deja una estala que no estaba presente en Oumuamua. Los investigadores usaron la reflectividad del objeto y la cotejaron con la velocidad para tratar de averiguar qué otros materiales pueden sublimarse de esa forma y proporcionar un efecto cohete tan acusado sin dejar una estela. La respuesta es nitrógeno helado.

El nitrógeno helado no solo se sublima a un ritmo capaz de proporcionar el impulso que vimos en Oumuamua. Además se da la circunstancia de que es una sustancia conocida que cubre, por ejemplo, la superficie de Plutón y de Tritón, la luna de Neptuno. Los investigadores calculan que, para cuando rebotó hacia fuera de nuestro Sistema Solar, Oumuamua había perdido ya el 95% de su masa, lo que indica que en origen era mucho más grande y probablemente no tan plano.

A medida que las capas externas de hielo de nitrógeno se evaporaran, la forma del cuerpo se habría vuelto progresivamente más aplanada, al igual que lo hace una barra de jabón cuando las capas externas se borran con el uso”, explica Jackson.

https://phys.org/news/2021-03-scientists-extra-solar-oumuamua.html

https://www.sciencealert.com/new-study-suggests-oumuamua-was-a-chuck-of-exoplanet

Acerca de Félix Ruiz

Trabajador Social de formación y apasionado de las temáticas relacionadas con el misterio desde siempre. Redactor de noticias, escritor novel, lector compulsivo y buscador incansable de preguntas que compartir con todo aquel que sea curioso y quiera saber más.

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