Oumuamua, el intrigante asteroide alargado, primero detectado proveniente desde fuera del Sistema Solar, presenta una costra rica en materia orgánica que ha evitado la vaporización de su helado interior. Desde que el objeto fue descubierto en octubre, Alan Fitzsimmons y Michele Bannister, de la Facultad de Matemáticas y Física de la Queen’s University de Belfast, han dirigido un equipo internacional de astrónomos para crear un perfil de este visitante extraño.
El equipo midió la forma en que Oumuamua refleja la luz del sol y la encontró similar a los objetos helados cubiertos con una costra seca. Esto se debe a que Oumuamua ha estado expuesto a los rayos cósmicos durante millones, o incluso miles de millones de años, creando una capa aislante rica en materia orgánica en su superficie.
La investigación, que se detallaba este lunes en la revista Nature Astronomy, sugiere que la corteza seca de Oumuamua podría haber protegido su helado interior de ser vaporizado, a pesar de que el objeto estaba a 23 millones de millas del sol en septiembre cuando pasó a toda velocidad. «Hemos descubierto que la superficie de Oumuamua es similar a los pequeños cuerpos del sistema solar que están cubiertos de hielos ricos en carbono, cuya estructura se modifica por la exposición a los rayos cósmicos», resalta el profesor Alan Fitzsimmons.
«También descubrimos que una capa de medio metro de espesor y rica en materia orgánica podría haber protegido un interior similar a un cometa —de hielo y agua— de vaporizarse cuando el objeto era calentado por el sol, incluso si se calentaba a más de 300 grados centígrados», explica este investigador en un comunicado.
La doctora Michele Bannister y su equipo observaron a Oumuamua mientras todavía estaba al alcance de los telescopios más grandes del mundo. Descubrieron que el objeto era del mismo color que algunos de los planetas menores helados que habían estado estudiando en las afueras de nuestro sistema solar, lo que implica que diferentes sistemas planetarios en nuestra galaxia contienen planetas menores como el nuestro.
Trabajando juntos, los científicos han podido descubrir algunos hechos muy importantes sobre Oumuamua. «Hemos descubierto que es un planetesimal con una corteza bien formada que se parece mucho a los mundos más pequeños en las regiones exteriores de nuestro sistema solar, tiene una superficie grisácea/roja y es muy alargada, probablemente del tamaño y la forma del rascacielos Gherkin en Londres», detalla Bannister.
«Es fascinante que el primer objeto interestelar descubierto se parezca tanto a un mundo diminuto de nuestro propio sistema doméstico. Esto sugiere que la forma en que se formaron nuestros planetas y asteroides tiene una gran afinidad con los sistemas alrededor de otras estrellas», añade.
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