Hace más de mil años, grupos de hombres aguerridos provenientes de los países nórdicos atacaron y exploraron la mayor parte de Europa -incluida la Península Ibérica-, el sudoeste de Asia, el norte de África e incluso se cree que llegaron a América del Norte.
Las teorías más tradicionales para explicar estas incursiones vikingas han ido desde el cambio climático y las nuevas técnicas de construcción naval a la simple codicia o el deseo de conquista y de conocer mundo. Pero un nuevo estudio dirigido por la Universidad Simon Fraser (SFU) en Canadá cree que estos violentos asaltos, en realidad, podían estar motivados por un deseo romántico: hombres solteros dispuestos a adoptar conductas de riesgo con tal de destacar y poder casarse en una sociedad poligámica donde no es tan fácil encontrar una esposa. ¿Y qué hay más arriesgado que una batalla?
Esta curiosa hipótesis surgió cuando los investigadores discutían acerca de recientes teorías evolutivas sobre religión, y señalaron que en las sociedades que practican la poligamia (tener varias esposas), la escasez de mujeres jóvenes disponibles puede conducir a los varones a participar en comportamientos de riesgo como medio de competir por sus parejas.
Y puesto que las incursiones son obviamente un comportamiento de riesgo, decidieron ver si los registros históricos y arqueológicos tempranos apoyarían la idea de que las primeras incursiones vikingas fueron, al menos en parte, una consecuencia de la poligamia.
Los investigadores se centraron en la proporción de hombres y mujeres listos para aparearse en cualquier momento dado. Propusieron que la combinación de la poligamia y el concubinato, y un aumento de la desigualdad social en los países escandinavos durante la Edad del Hierro, provocó que hubiera más hombres que mujeres «disponibles». En otras palabras, un exceso de hombres solteros motivados a participar en comportamientos de riesgo que podrían aumentar su riqueza y estatus, y por lo tanto su probabilidad de entrar en el mercado matrimonial.
«Hemos descubierto que la hipótesis evolutiva encaja muy bien con los datos disponibles acerca de los asaltos y las prácticas maritales en la época de los vikingos escandinavos», dice Mark Collard (izquierda), profesor de arqueología en la SFU. No son los únicos. En un libro escrito durante la época de los vikingos, un erudito llamado Dudon de Saint-Quentin había argumentado que los ataques fueron causados por un exceso de hombres jóvenes solteros.
La hipótesis del equipo ha sido criticada por algunos colegas porque se aplica la teoría de la evolución a la conducta humana. Pero esta reacción se basa en un malentendido, según los autores. «No estamos hablando acerca de una conducta determinada genéticamente. Estamos pensando en un conjunto de condiciones a las que las personas responden. En este caso, las tradiciones culturales de concubinato y la poligamia y cómo esas dos condiciones impactan en la disponibilidad de tener pareja para los hombres jóvenes», apunta Collard.
Los investigadores insisten en que la selección natural ha dotado a los seres humanos con un comportamiento que es más flexible que el de la mayoría de las otras especies, el cual nos permite desarrollar respuestas de adaptación a una extraordinariamente amplia gama de condiciones.
Además, si bien la teoría evolutiva es ampliamente aceptada y aplicada en la era paleolítica, cuando la mayoría de los humanos eran cazadores-recolectores, la teoría no ha sido muy utilizada en los últimos 12.000 años.
http://www.ehbonline.org/article/S1090-5138(16)30307-5/fulltext