Para el estudio, los investigadores dirigidos por Anna Coghill, del Moffitt Cancer Center y James Hodge, de la American Cancer Society, examinaron la asociación entre los anticuerpos de T. gondii medidos varios años antes de que se diagnosticara el cáncer y el riesgo de desarrollar un glioma. Los participantes del estudio eran de la Cohorte de Nutrición del Estudio de Prevención del Cáncer II (CPS-II) de la Sociedad Estadounidense del Cáncer y del Janus Serum Bank (Janus) del Registro Noruego del Cáncer. El T. gondii es un parásito común que se adquiere principalmente de la carne poco cocida y puede conducir a la formación de quistes en el cerebro. Estos resultados sugieren que reducir la exposición a este patógeno común transmitido por los alimentos podría proporcionar un factor de riesgo modificable para los tumores cerebrales altamente agresivos en adultos.
Aunque el glioma es una enfermedad relativamente rara, es un cáncer muy mortal. A nivel mundial, en 2018, hubo un número estimado de 300.000 casos y 241.000 muertes debidas a cánceres del cerebro y del sistema nervioso. La mayoría (80%) de los tumores cerebrales malignos son gliomas, para los cuales la tasa de supervivencia relativa estimada a cinco años es de un escaso 5%.
El estudio señala que una asociación entre los anticuerpos contra T.gondii y el glioma fue similar en dos grupos demográficamente diferentes de personas: los casos de CPS-II tenían aproximadamente 70 años en el momento de la extracción de sangre, mientras que los de la cohorte Janus tenían aproximadamente 40 años.
“En ambas cohortes, observamos una asociación positiva sugerente entre la seropositividad para los anticuerpos de ‘T. gondii’ y el riesgo de glioma“, afirmaron.
Sin embargo, James Hodge, subrayó que “esto no significa que ‘T. gondii’ definitivamente cause un glioma en todas las situaciones. Algunas personas con glioma no tienen anticuerpos contra ‘T. gondii’ y viceversa“, agregó.
“Los resultados sugieren que las personas con mayor nivel de riesgo de exposición al parásito ‘T. gondii’ son más propensas a desarrollar glioma“, afirmó Anna Coghill, investigadora del Moffitt Cancer Center. “Sin embargo, cabe señalar que el riesgo absoluto de ser diagnosticado con un glioma sigue siendo bajo, y estos hallazgos deben ser replicados en un grupo de individuos más grande y más diverso“, concluyó.