La inhibición del envejecimiento de la piel puede servir para otras partes del cuerpo, según nuevo método desarrollado en Corea del Sur

Los científicos del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (KAIST) han descubierto una forma de hacer que las células de la piel rejuvenezcan. Según explican, la técnica se puede utilizar para “revertir el proceso de envejecimiento y prevenir enfermedades relacionadas con el envejecimiento“, así como para “prolongar la vida útil“.

La técnica —que, según Kwang-Hyun Cho, autor principal del estudio, abriría la puerta a “una nueva generación que percibe el envejecimiento como un fenómeno biológico reversible“— se basa en el uso de la inhibición química y la interferencia genética para ‘apagar’ una molécula que hace que las células envejezcan, proceso denominado senescencia celular. Los investigadores pudieron ‘despertar’ células de la piel en laboratorio y rejuvenecer su capacidad para repararse y dividirse en nuevas versiones de sí mismas.

Los resultados mostraron que se regeneró la funcionalidad general del tejido de la piel, lo que se tradujo en una cantidad saludable de colágeno y fibras elásticas, eliminándose las arrugas del tejido. La prometedora técnica podría poner fin a los estragos de la edad, como la sequedad, las arrugas, la pérdida de elasticidad y el adelgazamiento de la piel.

El investigador reconoce que le impactó ver la piel revitalizada en el laboratorio y aclara que la técnica recién descubierta “se aplica no solo a la piel humana, sino también a todo nuestro cuerpo“.

El profesor quiso salir al paso del temor vinculado a la posibilidad de que ‘despertar’ células senescentes pueda causar cáncer. En particular, asegura que estas células de la piel editadas genéticamente podrán renovarse, sin volverse cancerosas, al tiempo que sostiene que la piel no tendrá un cúmulo de “células senescentes” que puedan causar inflamación a su entorno.

Por otro lado, admite que llevar el procedimiento actual a una etapa en la que se pueda utilizar en cirugías podría suponer un costo significativo. El nuevo método podría estar listo para el mercado en unos cinco o siete años, “dependiendo del éxito de experimentos futuros“, indica el científico, precisando que para entonces “podría reemplazar la cirugía plástica actual para mitigar las arrugas“.

Quizás aún más emocionante resulta el hecho de que, con un mayor desarrollo, el método también puede “revertir la pérdida muscular y el deterioro cerebral” e incluso usarse como una “terapia contra el cáncer“, asegura Cho.

https://www.pnas.org/content/117/49/31535

Acerca de Félix Ruiz

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