La pintura se trata de un cerdo salvaje a escala 1:1. El hallazgo ha sido presentado ante el mundo en un artículo publicado en la revista científica Science Advances, aunque en un primer momento fue descubierto en 2017 durante unas investigaciones de un equipo de la Universidad Griffith de Australia.
La pintura en cuestión es un cerdo salvaje propio de dicha zona de Indonesia. Tiene un tamaño de 136 cm de ancho y 54 cm de alto y se cree que en realidad formaba parte de una pintura mayor. A su lado se han encontrado restos de lo que podrían ser otros dos cerdos salvajes pintados y luchando entre ellos.
Esta pintura rupestre se ha conservado particularmente bien, permitiendo así ver con todo lujo de detalles características del cerdo como su cresta, gestos faciales, los cuernos o la cresta. Fue pintado con un pigmento ocre en color rojo oscuro. Por último, destaca la presencia de dos huellas de mano en negativo (cuando se pinta alrededor del objeto que se desea representar dejando “en blanco” el espacio del objeto) pintadas al lado de la espalda del cerdo.
Para determinar la antigüedad de la pintura los investigadores analizaron la calcita que se había depositado encima de la pintura. Por una datación de isótopos de uranio se ha podido determinar que la pintura tiene al menos 45.000 años de antigüedad. “Al menos” porque es la edad que tiene la calcita depositada encima, la pintura podría ser aún más antigua.
Previamente el mismo equipo de investigadores encontró también en Sualwesi la pintura más antigua hasta el momento. Se trataba de una pintura que representaba a un grupo de humanos cazando mamfíeros. En esa ocasión se determinó que la pintura tenía unos 43.900 años de antigüedad.
¿Es la más antigua? Depende de qué se tenga en cuenta. Técnicamente este cerdo salvaje es la pintura rupestre de un animal más antigua jamás encontrada. Es, sin duda alguna, la imagen figurativa más antigua encontrada. Aunque en 2018 se encontró el que se cree que es el dibujo más antiguo que se conoce hasta la fecha. Con más de 73.000 unas pequeñas líneas sobre un trozo de piedra parecen formar parte de un dibujo que en su día fue mayor.