Según los investigadores, dirigidos por el profesor Johnjoe McFadden, la conciencia consiste en la energía electromagnética que surge como resultado de las señales eléctricas que comparten las neuronas. Esta energía, que puede ser detectada mediante electroencefalograma y magnetoencefalografía, podría ser el verdadero núcleo de la conciencia, donde se ubican nuestros pensamientos y procesos mentales.
En su hipótesis, descrita como la Teoría del Campo de Información Electromagnética Consciente (Cemi), McFadden propone que la conciencia es información causalmente activa, físicamente integrada y codificada en el campo electromagnético de nuestro cerebro.
A diferencia del procesamiento neuronal y computacional, que sucede principalmente en el tiempo, la teoría Cemi sugiere que la conciencia se encuentra arraigada en una estructura íntegramente física, mensurable y susceptible a modificaciones artificiales y pruebas experimentales. Su teoría del campo cemi se basa en hechos científicos: cuando las neuronas en el cerebro y el sistema nervioso se activan, no solo envían la señal eléctrica por las fibras nerviosas en forma de alambre, sino que también envían un pulso de energía electromagnética al tejido circundante.
Así, este paradigma plantea un dualismo científico basado en una distinción entre materia y energía, más que entre materia y espíritu.
“Cómo la materia cerebral se vuelve consciente y se las arregla para pensar es un misterio que ha sido ponderado por filósofos, teólogos, místicos y gente común durante milenios”, dijo el profesor McFadden. “Creo que este misterio ya se ha resuelto, y que la conciencia es la experiencia de los nervios que se conectan al campo electromagnético autogenerado del cerebro para impulsar lo que llamamos ‘libre albedrío’ y nuestras acciones voluntarias”.
https://academic.oup.com/nc/article/2020/1/niaa016/5909853
http://www.sci-news.com/othersciences/neuroscience/cemi-field-theory-08973.html