Recientemente unos científicos utilizaron un nuevo método de análisis para estudiar 10 dagas encontradas en Pragatto, Italia, en 2017. El análisis les serviría para revelar evidencia de que las herramientas tenían un propósito más práctico. El análisis es nuevo en su tipo y permitió a los investigadores extraer residuos orgánicos por primera vez. Con este estudio se pudo determinar cómo se usaron estos objetos, para qué tareas y sobre qué materiales.
Los investigadores pertenecen a la Universidad de Newcastle en el Reino Unido, y están muy entusiasmados con los descubrimientos. Para alcanzar los resultados esperados, los científicos utilizaron un tipo de tinte de diagnóstico llamado solución Pico-Sirius Red (PSR). Dicho tinte sirviría para teñir los residuos orgánicos que hubiera quedado en las dagas. Los científicos luego lo examinaron bajo una variedad de microscopios diferentes para determinar si aún quedaban restos en la hoja; también para saber si provienen de humanos o animales.
A través de este proceso, el equipo de investigación pudo determinar que había rastros de colágeno tipo I y tipo II. Este es un tipo de proteína que se encuentra en la piel, los tejidos y los huesos, músculos y fibras tendinosas de numerosos animales.
Los investigadores validaron de forma independiente sus hallazgos con un análisis de microdesgaste en restos de animales sacrificados de otros sitios de la Edad del Bronce. Por lo general, estos huesos con frecuencia tienen marcas de corte de metal. El equipo también utilizó las habilidades de un experto en la creación de piezas de bronce para obtener una gran cantidad de réplicas de diferentes dagas y cuchillos de ese periodo histórico europeo. Luego compararon el residuo de estos con el de las dagas originales y vieron que coincidían.
La conclusión a la que llegaron los investiadores de este estudio es que es posible extraer y caracterizar residuos orgánicos de metales antiguos.
