El nuevo estudio publicado en Human Evolution aclara significativamente el árbol genealógico de Da Vinci, en un proyecto que comenzó a principios de la década de 1970. Los autores, los historiadores del arte Alessandro Vezzosi y Agnese Sabato, dicen que sus hallazgos ahora serán cotejados con datos genéticos pertenecientes a miembros vivos y fallecidos de la familia de Leonardo da Vinci. Curiosamente, el próximo estudio de ADN podría arrojar nueva luz sobre el hombre mismo, argumentan los autores.
El famoso artista, arquitecto e inventor del Renacimiento nunca tuvo hijos propios, pero Leonardo tuvo al menos 22 medio hermanos, ya que nació fuera del matrimonio. Los documentos y fuentes históricos recientemente accedidos permitieron a Vezzosi y Sabato trazar la línea masculina hasta el tatarabuelo de Leonardo, Michele (primera generación), que nació en 1331. El propio Leonardo, de la sexta generación, nació el 15 de abril de 1452.
El árbol genealógico recientemente actualizado consta de cinco ramas principales, que los investigadores rastrean desde el padre de Leonardo, Ser Piero, y su medio hermano, Domenico. El equipo documentó una línea masculina continua que abarca 21 generaciones e incluye 14 descendientes vivos, el más joven de los cuales tiene solo 1 año. De estos 14, solo uno era conocido previamente por el equipo.
“Tienen entre uno y 85 años, no viven en Vinci sino en municipios vecinos hasta Versilia (en la costa toscana) y tienen trabajos ordinarios como empleado, agrimensor, artesano”, dijo Vezzosi.
Hace cinco años, el mismo equipo identificó a 35 parientes vivos de Leonardo, incluidos algunos de la línea femenina, pero en su mayoría eran indirectos, según The Guardian. El proyecto de varios años involucra al Museo Ideale Leonardo Da Vinci, la Asociación del Patrimonio Leonardo da Vinci, el Instituto J. Craig Venter de La Jolla, California, entre otras instituciones.
La nueva investigación ahora prepara el escenario para un análisis genético que involucra al cromosoma Y, que se transmite exclusivamente a los descendientes masculinos.
“Al igual que el apellido, la herencia masculina conecta la historia de los registros con la historia biológica a lo largo de linajes separados”, se lee en el resumen del estudio. “Por ello, la genealogía actual, que abarca casi setecientos años, puede utilizarse para verificar, mediante las tecnologías más innovadoras de la biología molecular, la transmisión ininterrumpida del cromosoma Y (a través de los descendientes vivos y las tumbas antiguas, incluso si con algunas pequeñas variaciones debido al tiempo) con miras a confirmar la recuperación del marcador Y de Leonardo”.
Curiosamente, la recuperación y confirmación del cromosoma Y de Leonardo podría revelar nuevos conocimientos sobre el origen geográfico de su familia, la salud genética y posiblemente incluso la presencia de sinestesia. En teoría, los datos biológicos de Da Vinci también podrían ayudar a verificar la autenticidad de sus obras de arte.
Leonardo fue enterrado en Francia en 1519, pero la ubicación actual de sus restos es incierta. El ADN de sus parientes vivos se analizará en los próximos meses, lo que podría conducir a nuevos conocimientos sobre el famoso artista y su familia.
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