Entrevista a Carlos Largo

Licenciado en comunicación audiovisual, forma parte de la mesa de redacción de Milenio 3 (Cadenas SER) y de Cuarto Milenio (Cuatro TV).

Como redactor de Milenio 3 y Cuarto Milenio cuenta en su cuaderno de viajes con un elevado número de casos en los que ha trabajado de primera mano. Viajero milenario y pieza fundamental en los engranajes internos de la Nave del Misterio.

 

– Seguro que has tratado con muchísimos asuntos que te habrán impactado de forma especial, y es algo que me genera cierta curiosidad, ¿qué asunto de los que has abordado como redactor de Milenio 3 y Cuarto Milenio han sido los que más te han impresionado?

– Aunque parezca mentira, el tiempo pasa muy rápido y hace ya casi siete años que empecé a trabajar para la Nave del Misterio. Siete años repletos de esfuerzo y falta de tiempo, pero totalmente gratificantes. Por eso, elegir entre uno de los reportajes que más me ha impresionado, resulta muy complicado. No obstante, me quedaré con “Hospital Adentro” de la temporada 9 de Cuarto Milenio. Un relato lleno de misterio y de testigos que dieron la cara para contar su verdad. Un secreto que quizá está escondido, desde hace años, entre las paredes de la Antigua Mutua de Igualada y que espero, tarde o temprano, salga a la luz. Las apariciones que allí supuestamente se manifiestan son terribles y para mí, lo más importante es que no sólo es una persona la que ha presenciado estos inexplicables fenómenos, sino varias (incluyendo a pacientes, médicos y enfermeras). Y todos ellos, gente normal y corriente, como cualquiera de nosotros.

– ¿Recuerdas cual fue tu primer contacto con algo que parecía no obedecer a la lógica?

– Sí, y jamás se me olvidará. Es imposible borrarlo… Se trata de una investigación que me encargó Iker hace unos años. Un trabajo que, de hecho, todavía permanece inédito y sin emitir por el miedo y la incredulidad que nos generó a todos. Sólo puedo decir que me desplacé hasta un punto del norte de España para entrevistar a un testigo de una supuesta aparición del típico caso de la “chica de la curva” y que lo que viví allí carecía de toda lógica (y eso que parto de una mente bastante escéptica). Siento dejaros con la incógnita, pero no puedo contaros más. Todos los miembros del equipo, incluido Iker, hicimos una especie de “pacto” de no revelar nada sobre este extrañísimo dossier.

– ¿Cuál fue el primer caso que investigaste?

– En el año 2007, empecé en Milenio 3 y un año después, en Cuarto Milenio. Nunca lo había comentado, pero me hace especial ilusión recordarlo. El primer trabajo que me encargó Iker en radio fue una crónica sobre “Drácula” de Bram Stoker (¡qué mal me salió! Je,je,je… Pero, ¡qué orgulloso estoy de aquella primera prueba de fuego!). Después vinieron otras muchas historias y entrevistas con oyentes que me hicieron evolucionar. El paso a televisión fue otro reto. El primer dossier en el que me involucré fue “Chernóbil, la noche del fin del mundo”. Para mí uno de los mejores especiales que hemos hecho, junto a las dos recientes partes de “Operación Bélmez”. En cuanto a primeros casos investigados, no puedo obviar el reportaje “El sexto sentido” (un relato sobre una chica de 16 años que veía a un hombre oscuro que le atormentaba) y “Perros insólitos” (una pequeña pieza grabada en un cementerio de mascotas recogiendo maravillosas historias de los mejores amigos del hombre).

– Con todos los asuntos tratados en Cuarto Milenio y Milenio 3, ¿crees que el misterio tiene fecha de caducidad a nivel televisivo o radiofónico?

– Esa misma pregunta me la llevo haciendo desde que entré a trabajar en la Nave del Misterio, pero sinceramente, creo, espero y deseo que el misterio nunca se separe de nosotros. Es un tipo de periodismo poco valorado, pero muy enriquecedor. No hay día que no aprendas de historia, arqueología, medicina, parapsicología… De verdad, es muy divertido y cada reportaje es totalmente distinto. Además, el volumen de noticias y de información que manejamos en Redacción a la semana es increíble. ¡Tendríais que verlo! Así que mi respuesta es afirmativa: pienso que el misterio no tiene fecha de caducidad. Al menos, a corto plazo.

– ¿Podrías contarnos como fueron tus inicios en Cuarto Milenio y Milenio 3?

– Por supuesto. Fueron duros (estaba compatibilizando estudios y trabajo), pero muy especiales. Entré en Cadena Ser en el año 2006 a través de una beca de la universidad y en 2007, empecé a trabajar en Milenio 3 junto a Iker, Carmen y Alberto Granados (los tres, grandísimas personas y profesionales del periodismo). El trabajo diario fue muy enriquecedor y aprendí muchísimo de cada uno de ellos: cómo locutar, cómo grabar entrevistas, cómo editar audio… Muchas cosas. En 2008, pegué el salto a la tele y el equipo me siguió transmitiendo la misma libertad y seguridad que en radio. La Nave es como una pequeña fábrica de historias y relatos, así que todas las piezas deben estar bien engrasadas. Os cuento una anécdota que ya comentó Iker este año: el primer día que le conocí, justo cuando me estaban dando mi primera oportunidad, tuve la desfachatez de pedirle vacaciones… ¡Imaginad la cara que puso! Pero me salí con la mía… Llevaba dos años sin verano y necesitaba un poco de descanso. Menos mal que no pasó nada.

– ¿Es difícil rastrear nuevos casos que sean dignos de ser tratados en la nave del misterio?

– Muy difícil. Quizá sea una de las tareas más complicadas de nuestro trabajo. No sólo por el rastreo, sino también por el proceso de evaluación personal al que tenemos que someter a cada dossier. Hay que saber quiénes son los testigos, qué es lo que ha sucedido, cuál es su historia o experiencia, preguntarnos si puede haber fraude o no… Muchas veces, te hacen dudar, pero por suerte, casi todos los casos que recibimos en la Nave son totalmente verídicos. Algo que dice mucho de la audiencia tan magnífica y fiel que tenemos. !Nos debemos a todos vosotros, a la comunidad milenaria¡

“Cuando uno llega hasta el último meollo de cada historia, se siente mucho más satisfecho de su labor como perseguidor y narrador de experiencias”


– Supongo que hay muchos graciosos que intentan tomar el pelo mandando casos falsos. Como redactor de milenio, ¿cómo se diferencia un caso real de un fraude o tomadura de pelo?

– Como decía antes, es muy complicado saber si nos están tomando el pelo o no. Estamos totalmente expuestos a que pueda suceder. Pero yo creo que uno como periodista va generando un instinto “milenario” para saber qué persona lo está pasando realmente mal o no. No sé cómo explicarlo o definirlo, pero noto que tanto mis compañeros como yo hemos desarrollado una misteriosa capacidad para filtrar casos. Por supuesto, siempre hay gente que puede engañarnos. ¡Pero allá ellos!

– ¿Os han colado alguna vez un fraude?

– Mentiría si dijera que no nos ha pasado. Somos humanos. El más reciente, un caso de un supuesto avistamiento ovni que se emitió en 2013 en Milenio 3 y que resultó ser una desagradable y pesada broma. Pero bueno, tiene que haber de todo y como decía estamos expuestos a que pueda ocurrir.

– ¿Has vivido algún episodio fuera de lo normal en primera persona?

– En mi vida personal, nunca he vivido nada relacionado con lo paranormal. Pero como decía antes, sí en mi trabajo como redactor de la Nave. Además del caso inédito que os contaba, escuché lamentos, voces y pasos de niños durante las conexiones que realizamos hace ya unos años para Milenio 3 desde el Monte Abantos (El Escorial). Estaba relatando el misterioso crimen del Niño Pedrín desde el mismo lugar donde hace años se encontró su cadáver y juro y perjuro que en medio de la noche, lo escuché. Quiero creer que el miedo se apoderó de mí y me lo imaginé, pero aquella noche también ocurrieron más cosas, como por ejemplo, un clásico: las cámaras y grabadoras que llevaba conmigo dejaron de funcionar durante toda la noche, ¿quizá había alguien alrededor que no quería que le molestara?

– ¿Cómo se vive Cuarto Milenio o Milenio 3 desde dentro?

Pues como un auténtico regalo. No hay día que dé gracias por formar parte de este maravilloso equipo. No tengo palabras para definirlo, pero es como mi segunda familia. Todos los días aprendo algo nuevo y este trabajo me da la oportunidad de viajar a lugares donde quizá nunca vaya jamás. Sólo echo muchísimo de menos una cosa: Milenio 3. Hace dos temporadas abandoné el programa por decisión propia (el ritmo de compaginar radio y tele era frenético). Pero espero volver a formar parte de él. De hecho, mis compañeros lo saben: nunca he dejado de sentirme como uno más del equipo.

“Como en todo trabajo, hay que tratar de no caer en la rutina y disfrutar al máximo con cada reportaje”


– ¿Qué es lo mejor y peor de trabajar como redactor en la Nave del Misterio?

– Lo mejor: el contacto con la gente. En cada reportaje, tengo la oportunidad de conocer a personas increíbles que dan todo por el programa. Quizá están viviendo un auténtico infierno en sus casas, pero siempre tienen una sonrisa para nosotros. Nos abren las puertas de sus domicilios, muchas veces nos ofrecen incluso comer con ellos… ¡Es digno de admirar y de agradecer! Yo siempre lo digo, me encanta el desconocido aspecto social que conlleva el concepto “Nave del Misterio”.

Lo peor: la dedicación y exigencia que uno mismo se pone en su trabajo. Hay muchas veces que uno debe parar y descansar, separar la vida personal de la laboral. Pero cuando te apasiona el misterio y disfrutas con él, es muy complicado no hacerlo. ¿Virtud o defecto?

– ¿Milenio 3 o Cuarto Milenio?, ¿con que te quedarías si solo te diesen una sola opción a elegir?

Milenio 3. Porque te da muchas más posibilidades de llegar a los oyentes y de ser creativo. Estudié Comunicación Audiovisual para dedicarme a la radio. Desde pequeño he tenido claro que quería dedicarme a ella, pero cuando te dan la opción de trabajar en televisión, uno puede desaprovecharlo. He estado compaginando ambos medios durante cinco años y el ritmo semanal era muy duro. Así que decidí aparcar temporalmente mi labor en la radio. No obstante, estoy seguro que tarde o temprano me reencontraré con ella (Iker lo sabe). Trabajar con la voz es algo fabuloso y más con los compañeros de Milenio 3. Quiero seguir y por ello, no he dejado de formarme a través de Cursos de Locución y Foniatría.

“Desde pequeño he tenido claro que quería dedicarme a la radio, pero cuando te dan la opción de trabajar en televisión, uno puede desaprovecharlo”


– Para trabajar con Iker Jiménez, ¿hay que estar igual de “loco” que él para aguantar ese nivel de exigencia?

– No lo definiría como exigencia, sino como creatividad y comunicación. Iker es una persona que vive muy dentro de sí mismo el mundo del misterio. Todos podemos verlo cada sábado y domingo en radio y televisión. Y sí, es cierto, que es un pequeño “loco”. Pero yo creo que todos nos volvemos “locos” por lo que nos apasiona. Y él es un claro ejemplo. Por lo demás, nos hace muy fácil el trabajo diario. No es por ser pelota, pero es un grandísimo profesional y amigo (él fue el primero en enseñarme a manejar una mesa de sonido en la Cadena Ser).

– En el mundo del misterio, ¿Tienen que suceder nuevas motivaciones para no caer en el desencanto?

– Nunca me lo había planteado, pero sí, puede ser que sea así. Como en todo trabajo, hay que tratar de no caer en la rutina y disfrutar al máximo con cada reportaje. No obstante, en Cuarto Milenio y Milenio 3, puede verse cómo hemos evolucionado con cada temporada. Ninguna es igual a la anterior. Eso no quiere decir que sean ni mejores, ni peores. Simplemente son distintas. Y siempre tratamos, por supuesto, de sorprender al oyente y al espectador.

– ¿Cuál es tu opinión personal respecto a las caras de Bélmez después de que se comprobara científicamente que no parecen hechas por el hombre?

– Mi opinión personal parte del hecho constatado de que es el gran misterio de la parapsicología en España. Durante años, especialistas del todo el mundo se han acercado hasta allí para desentrañar el supuesto fraude que muchos decían que existía, pero ninguno lo ha conseguido hasta el momento. Por eso, y después del excelente trabajo que han realizado los compañeros en Bélmez, creo cada vez más en la posible explicación paranormal del fenómeno. Aún queda mucho todavía por investigar, y tal y como indicaba Miguel Pereira, hijo de María, la respuesta quizá se encuentra debajo de la propia casa.

– ¿Para ser buen informador y comunicador hay que ser un buen investigador?

– No es necesario, aunque sí ayuda. Desde luego, tiene que formar parte de ti como periodista. Si no te gusta la documentación y la investigación, te resultará menos divertida y atractiva esta fantástica profesión. Cuando uno llega hasta el último meollo de cada historia, se siente mucho más satisfecho de su labor como perseguidor y narrador de experiencias.

– Comentario personal

– ¡Muchas gracias a Misterio Red por haberme brindado la oportunidad de responder en una entrevista! Ha sido un auténtico placer estar con vosotros. Espero que muy pronto, podamos encontrarnos de nuevo a través de las ondas radiofónicas o en la pequeña pantalla de la televisión. ¡Seguiremos dando guerra!

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