Las estructuras, que datan del 7000 a. C, consisten en muros de piedra de varios kilómetros de largo que se extienden hasta converger, y se piensa eran utilizados para acorralar a las gacelas en un área pequeña, facilitando su captura. Si bien este tipo de construcciones se pueden encontrar en otros lugares de Oriente Medio y el suroeste de Asia, estas serían las más antiguas encontradas hasta el momento, y las mejor conservadas, según los expertos.
Entre los más de 250 objetos hallados en el yacimiento se incluyen dos estatuas de piedra con rostros humanos tallados y figurillas de animales, que se cree que eran utilizados en rituales para invocar a fuerzas sobrenaturales y obtener el éxito en la cacería. De hecho, la gran cantidad de restos de gacelas encontrados en el área demuestran que los habitantes, además de cazar para satisfacer sus necesidades, también lo hacían para realizar intercambios con los asentamientos vecinos.
“Este es un sitio único donde se cazaron grandes cantidades de gacelas en rituales complejos. No tiene rival en el mundo desde la edad de piedra“, dijo Wael Abu Azizeh, codirector del equipo arqueológico francés.
Aunque tales estructuras, conocidas como “cometas del desierto”, también se pueden encontrar en otros lugares de los paisajes áridos de Oriente Medio y el suroeste de Asia, se cree que son las más antiguas, las mejor conservadas y las más grandes, dijeron los expertos.
“Dan fe del surgimiento de estrategias de caza masiva extremadamente sofisticadas, inesperadas en un marco de tiempo tan temprano“, dijo un comunicado del Proyecto Arqueológico del Sudeste de Badia (SEBAP), que trabaja en el sitio desde 2013.