Algunos especialistas del Instituto de Internet de Oxford (OII, por sus siglas en inglés) han sido los autores del análisis. Los investigadores señalan que en el primer caso extremo, y teniendo en cuenta la cantidad de usuarios equivalente al año 2018, alrededor del 44 % de los muertos serían de Asia, con casi la mitad de aquellos perfiles procedentes de India o Indonesia, sumando algo menos de 279 millones de fallecidos para 2100.
En el segundo caso, si la red social sigue creciendo cada año a un ritmo del 13 % a nivel mundial como ocurre ahora, hasta que el mercado se vea saturado, la mayor parte de los usuarios muertos serán de África, sobre todo de Nigeria (un 6% del total), mientras que los usuarios occidentales serán la minoría, siendo los fallecidos procedentes de EE.UU. los más numerosos.
Los autores del estudio subrayan que esta estadística plantea nuevas preguntas ante la sociedad acerca de los derechos sobre todos los datos guardados en Facebook y la gestión de la información.
«El manejo de nuestros restos digitales afectará eventualmente a todos los que usan redes sociales, ya que todos nosotros falleceremos algún día y dejaremos atrás nuestros datos. Pero la totalidad de los perfiles de usuarios fallecidos también equivale a algo más que la suma de sus partes. Es, o al menos llegará a ser, parte de nuestro patrimonio digital mundial», afirma el autor principal del análisis Carl Ohman.
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