Dos esqueletos completos fueron encontrados en la Torre de Londres (Reino Unido), la fortaleza de casi 1.000 años conocida por ser el lugar de las ejecuciones y torturas más sangrientas de la historia británica. Estos son los primeros esqueletos encontrados en el famoso sitio histórico desde la década de los años setenta del siglo pasado. Se cree que los esqueletos hallados pertenecían a una mujer de entre 35 y 45 años y a un niño de aproximadamente siete años, que fueron enterrados entre los años 1450 y 1550 sin ningún objeto funerario.
Alfred Hawkins, restaurador de edificios históricos para la organización Palacios Reales Históricos, que supervisa la Torre de Londres, escribió que los huesos fueron descubiertos a principios de este año durante unos trabajos de excavación ante la entrada de la Capilla Real de San Pedro ad Vincula.
«Estos restos fueron encontrados boca arriba y alineados con los pies orientados hacia el este», una postura típica de un entierro cristiano, explicó Hawkins, quien también indicó que «ambos esqueletos muestran signos de enfermedad».
Los esqueletos no presentaban signos de muerte violenta, por lo que los especialistas que los analizaron creen que pertenecían a personas comunes que vivían en la Torre.
Hawkings dijo que, además de funcionar como prisión y lugar de ejecuciones, la Torre de Londres también albergaba una próspera comunidad humana. «Debemos recordar que no es solo un palacio, una fortaleza y una prisión, sino que también fue hogar de aquellos que trabajaban dentro de sus muros», indicó.
Después de los análisis, los esqueletos fueron enterrados en una ceremonia especial oficiada en la capilla por el capellán de la Torre.