Mediante la utilización de imágenes satelitales, fotografías aéreas, estudios de terreno y excavaciones, el equipo localizó carreteras en un área de 160.000 kilómetros cuadrados, con más de 17.800 tumbas, de las cuales alrededor de 11.000 formaban parte de las avenidas funerarias.
Además, los investigadores determinaron que la dirección de los trayectos indicaba que las poblaciones los usaban para viajar entre los principales oasis y que las concentraciones más altas de monumentos funerarios estaban ubicadas cerca de aquellas fuentes de agua.
“Las avenidas funerarias eran las principales redes de carreteras de su época y muestran que las poblaciones que vivían en la península arábiga hace 4.500 años estaban mucho más conectadas social y económicamente entre sí de lo que pensábamos anteriormente”, dijo Matthew Dalton, autor principal del estudio.
“Estos oasis […] exhiben algunas de las concentraciones más densas de monumentos funerarios conocidas en todo el mundo. La gran cantidad de tumbas de la Edad de Bronce construidas a su alrededor sugiere que las poblaciones ya habían comenzado a establecerse de manera más permanente en estos lugares favorables en esta época”, añadió.
Por otro lado, las avenidas más pequeñas se desvanecen en los paisajes que rodean los oasis, lo que sugiere que las rutas también se usaban para trasladar rebaños de animales domésticos a los pastos cercanos durante los períodos de lluvia.
“Los hallazgos arqueológicos que surgen de estas regiones tienen el potencial de cambiar profundamente nuestra comprensión de la historia temprana de Oriente Medio”, concluyó Hugh Thomas, director del proyecto, agregando que el reciente estudio ayudó a demostrar que, en la antigüedad, las regiones occidentales de la península arábiga “se caracterizaban por un panorama ocupacional rico y dinámico”.