La polémica en torno al uso del reconocimiento facial sigue más vigente que nunca en varios lugares del planeta, incluida China, que en medio de las protestas gubernamentales es testigo de cómo se usa esta tecnología para detener a personas, mientras muchos intentan cubrir sus rostros para evitarlo. Estos ojos que todo lo ven están en todos los rincones, desde institutos hasta trenes. Aunque la cuestión se presta a debate, es cierto que también tiene aplicaciones y repercusiones positivas para la sociedad, como la resolución de crímenes, como ha pasado en esta ocasión.
Según South China Morning Post, un hombre de 29 años fue acusado de asesinar a su novia en la provincia china de Fujian después de que un software de reconocimiento facial detectara que había intentado escanear la cara de un cadáver para solicitar un préstamo a una compañía de créditos online. El asesino intentó solicitar el préstamo con una aplicación llamada Money Station, que utiliza inteligencia artificial para verificar la identidad de los solicitantes. El software detectó que la mujer no movía los ojos y que la voz capturada por el micrófono del teléfono se correspondía con la de un hombre.
¿Cómo ocurrió? Muy sencillo: la app detectó que los ojos de la víctima no se movían en ningún momento. Ante este signo sospechoso, el software avisó a los empleados de la empresa, que analizaron la imagen y detectaron hematomas en el rostro de la mujer muerta, además de una marca roja alrededor del cuello. Eso fue suficiente motivo para avisar a las autoridades.
Con los datos proporcionados por la imagen, la policía rastreó al asesino, que se preparaba para intentar quemar el cuerpo de la mujer. Tras la detención, se sospecha que estranguló a su novia con una soga después de que discutieran sobre dinero y ella amenazara con dejarlo. Luego cogió su teléfono y suplantó su identidad diciendo a los padres de la víctima que iba a “irse unos días para relajarse” y pidiendo un préstamo de 4200 dólares por Internet.