Es uno de los males endémicos del país asiático, que de cuando en cuando vuelve a ponerse de actualidad. Los suicidios campan a sus anchas en un ambiente cultural en el que diversos factores culturales “incentivan” a muchas personas a ver el suicidio como una salida factible para sus problemas. Incluso hay lugares señalados como especialmente proclives para convertirse en escenarios funestos. Todas las complicaciones derivadas de la actual pandemia han tenido este efecto rebote que se está comenzando a observar en estos momentos, y que a buen seguro seguirá dando que hablar durante las siguientes semanas y meses.
A finales del mes pasado, encontraron el cadáver de la actriz japonesa Yuko Takeuchi: la Policía Metropolitana de Tokio investiga el caso, pero personas familiarizadas con el asunto sostienen que se pudo haber suicidado. En julio, hallaron al actor japonés Haruma Miura ahorcado en su casa y las autoridades niponas también consideran que acabó con su vida, ya que encontraron una nota en la que explicaría sus motivos.
La tasa de suicidios en Japón disminuyó un 20% en abril en comparación con el mismo periodo del año pasado, en plena pandemia mundial de covid-19, pero desde julio aumentó de manera considerable en todo el país. Los confinamientos paliaron en parte este mal, pero los efectos psicológicos que se plantea a nivel mundial en esta convivencia con el virus han ayudado a disparar las tasas, o eso es lo que piensan las autoridades del país.
Tokio fue la prefectura que encabezó la lista de los 1.805 suicidios que se registraron en septiembre, con 194, seguida de Saitama (110), Aichi (109 y Kanagawa (95), indican los datos de la Agencia Nacional de Policía (NPA).
El Ministerio de Salud de Japón apunta directamente hacia factores como la depresión y la ansiedad, como ya se ha indicado, y están a punto de provocar una situación de crisis sanitaria, ya que muchas personas perdieron sus empleos o el contacto con familiares y amigos debido a la cuarentena y distanciamiento social. En un lugar donde el aislamiento social es de por sí un problema muy tenido en cuenta, su incremento aboca a muchas personas a la fatalidad. No deja de ser curioso que Japón sea de los países más claro al respecto, además de con los aspectos mediáticos, políticos y sociales de su lucha contra esta lacra. Sería muy positivo visibilizar este problema en países europeos, en los que a buen seguro que ha ocurrido o está ocurriendo algo parecido, sin que sean de total dominio público.
https://japantoday.com/category/national/1-805-suicides-reported-in-japan-in-september