Trump revela sin querer la ubicación de un satélite secreto a través de un tweet

La anécdota tuvo lugar a finales del mes de agosto, cuando el presidente de Estados Unidos subió a su cuenta de Twitter la imagen de un satélite estadounidense. Tras algunas indagaciones, los astrónomos descubrieron que se trataba de un satélite de reconocimiento óptico y alto secreto llamado USA 224.

El mensaje de Trump decía así:

«Los Estados Unidos de América no estuvieron involucrados en el catastrófico accidente durante los preparativos finales para el lanzamiento de Safir SLV en el lugar de lanzamiento Semnan en Irán. Mis mejores deseos y buena suerte para determinar lo que sucedió en la zona.»

Ocurrió que varios expertos en inteligencia notaron de inmediato la alta resolución de la fotografía y la calificaron como “probablemente clasificada”, al menos, clasificada hasta que el presidente la desclasificó. Muchos expertos dijeron a las agencias de noticias que les preocupaba que la foto pudiera revelar información desconocida sobre los drones estadounidenses o la vigilancia satelital.

Si nos fijamos bien, parece que Trump recibió una impresión de la imagen clasificada, y que posteriormente tomó una foto con su teléfono y la tuiteó. De hecho, podemos ver el flash de la cámara en medio de la imagen. ¿Cuál era el problema de una imagen que tampoco parecía revelar mucho a priori?

El problema fue que el astrónomo Marco Langbroek sacó más información de la que debería por el simple tuit. A través de ingeniería inversa de la imagen descubrió que probablemente provenía del satélite altamente clasificado USA 224, el mismo que se cree que es un satélite de vigilancia KH-11, un equipo clasificado del que el gran público sabe muy poco. Según Langbroek:

«Es básicamente un telescopio muy grande, no muy diferente del Telescopio Espacial Hubble. Pero en lugar de mirar a las estrellas, mira hacia la superficie de la Tierra y crea imágenes muy detalladas.»

Con la información de Langbroek, el estudiante graduado de la Universidad de Purdue, Michael Thompson, quien rastrea satélites en su tiempo libre, explicó que una vez que se detecta un satélite, calcular dónde estará en su órbita en un momento dado solo requiere algo de matemática simple. De hecho, las sombras en las imágenes que Trump tuiteó permitieron determinar a qué hora se tomó la fotografía.

Langbroek también pudo calcular el ángulo de visión al observar la oblicuidad de la plataforma de lanzamiento circular. A partir de ahí, la “investigación” rastreó la fotografía con el satélite más cercano en ese momento, US 224. Según explicó posteriormente Melissa Hanham, experta en imágenes satelitales y subdirectora de la Red Nuclear Abierta en Viena:

«Me imagino que los adversarios echarán un vistazo a esta imagen y realizarán ingeniería inversa para descubrir cómo funciona el sensor en sí y qué tipo de técnicas de postproducción están utilizando.»

Normalmente, existe cierta sobriedad en la recopilación de datos de inteligencia y vigilancia. A las naciones les gusta mantener en secreto sus capacidades, compartirlas con los aliados solo cuando sea necesario, o simplemente negarlas.

Por cierto, aunque estamos seguros que la historia no pasará de anécdota, revelar secretos de seguridad de alto nivel es un delito en Estados Unidos. En 1984, un analista de inteligencia envió tres imágenes clasificadas del satélite espía KH-11 a la publicación Jane’s Fighting Ships. El hombre fue condenado y sentenciado a dos años de prisión, aunque luego fue indultado.

https://www.livescience.com/secret-classified-satellite-trump-tweet.html

Acerca de Félix Ruiz

Trabajador Social de formación y apasionado de las temáticas relacionadas con el misterio desde siempre. Redactor de noticias, escritor novel, lector compulsivo y buscador incansable de preguntas que compartir con todo aquel que sea curioso y quiera saber más.

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