Según ha informado el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, el hallazgo tuvo lugar en el pozo funerario once, a unos once metros bajo la arena del desierto. Los ataúdes estaban apilados uno sobre otro y todos conservan el color original con el que fueron pintados en asombroso detalle. Dentro del foso también fueron encontrados tres nichos sellados. Además, el ministro Khaled Al-Anami dijo que probablemente haya más ataúdes por descubrir allí.
La importancia de la necrópolis de Saqqara se debe a los restos de complejos funerarios, erigidos por los faraones del Imperio Antiguo y la gran cantidad de tumbas de nobles, pues el lugar, consagrado al dios Sokar, fue elegido por los faraones del Imperio Antiguo para establecer su necrópolis. Ésta fue saqueada desde tiempos antiguos, de allí lo singular del reciente hallazgo de algo completamente sellado e intacto.
Aún así, no solo la alta alcurnia y oficiales fueron enterrados allí junto con un lujoso ajuar. A pesar que estos últimos tienen mayor probabilidad de ser encontrados debido a sus elaboradas tumbas, las últimas excavaciones han demostrado que la gente de las clases medias y trabajadoras también sepultaban a sus difuntos en la necrópolis. Los nombres e identidades de las personas enterradas en los ataúdes extraídos estos últimos días, aún son desconocidos. Pero los trabajos de excavación en el sitio continúan y se espera que esta información pronto sea dada a conocer, al igual que el número total de ataúdes dentro del pozo.