Revelan imágenes de las pruebas del avión Lockheed A-12 en el Área 51

Veterano de Inteligencia militar y antiguo operador electrónico de misiles y de radar, Barnes fue miembro del primer batallón de misiles Hawk desplegado durante la Guerra Fría, pero sufrió una lesión que puso fin a su carrera en el Ejército. Más tarde, Barnes trabajó para la CIA con un equipo de proyectos especiales clasificados en el Área 51.

El reciente grupo de fotos que el exmilitar ha publicado en las redes sociales incluye permite apreciar el desarrollo secreto del A-12 Oxcart de la CIA en la base militar. El A-12 fue un precursor del avión de reconocimiento SR-71 Blackbird. En una de las fotos se distingue un modelo de A-12 elevado sobre un soporte en el desierto de Nevada. La maqueta de la aeronave podía girarse e inclinarse para permitir que los conjuntos de radar la vieran en diferentes ángulos, mientras que los ingenieros midieron su retorno del radar o la sección transversal del mismo. Las RCS son un elemento de ingeniería crítico para aviones de baja observación o furtivos. Cuanto menor es la sección transversal del radar, más difícil es detectar la aeronave.

Además, el especialista compartió una imagen en la que se ve cómo el avión está siendo colocado en un pilón construido a partir de “tres ejes de hélice de barco de guerra de la Marina soldados entre sí”. Barnes escribió que “el A-12 fue el primer avión furtivo de la CIA” y “tenía su sección transversal de radar reducida en un 90%“.

Tuvimos el avión en el ‘polo’ de prueba durante 16 meses. Cada vez que un satélite ruso se acercaba, teníamos que bajar el avión y esconderlo. No supimos hasta muchos años después que los rusos sabían lo que estábamos haciendo gracias a sus cámaras de infrarrojos al ver dónde había estado la sombra del avión“, contó el especialista.

Según Barnes, autor de varios libros, estos polos hechos de ejes de hélice fueron reemplazados después por un soporte de madera e incluso por un soporte de tela inflable.

Asimismo, los especialistas realizaron pruebas de evaluación del aditivo de combustible de cesio que ayudó a enmascarar el aspecto trasero no furtivo de la aeronave en sus escapes de postcombustión.

Agregar cesio al combustible producía una sal metálica que, cuando se vaporizaba, tenía un potencial de ionización muy bajo y producía de manera eficiente una nube de plasma [detrás de la aeronave] que reducía la reflectividad del radar“, explicó Barnes.

Desde finales de los años 70, el Área 51 cobró importancia en la cultura popular como centro de teorías conspirativas, atrayendo la atención de entusiastas de la ufología, que creen que las autoridades ocultan en sus hangares restos de platillos volantes siniestrados e incluso los cuerpos de sus tripulantes.

Acerca de Félix Ruiz

Trabajador Social de formación y apasionado de las temáticas relacionadas con el misterio desde siempre. Redactor de noticias, escritor novel, lector compulsivo y buscador incansable de preguntas que compartir con todo aquel que sea curioso y quiera saber más.

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