La idea parte de la alocada firma estadounidense Clouds Architecture Office, conocida por sus propuestas de casas en Marte o incluso de crear una ciudad en las nubes. Para la ocasión, la firma ha titulado este proyecto como Torre Analemma. De acuerdo a sus creadores, la torre «derribará la tipología establecida de rascacielos», dado que la construcción se hace en el sentido inverso: desde el cielo hasta el suelo. Esto se consigue gracias a unos cables de acero clavados en un asteroide —sí, a un asteroide— que orbitaría el planeta a unos 50.000 kilómetros de altura. De esta manera, los habitantes del complejo tendrían la oportunidad de vivir en diferentes partes del mundo en un mismo día.
«A lo largo de la historia, la humanidad ha sido capaz de interactuar con el medio ambiente a escalas cada vez mayores», comenta el estudio de arquitectos. «Hoy en día nuestra actividad se registra a escala global. Con este trasfondo, ¿por qué no aplicar nuestras ideas de diseño a escala planetaria? La Torre Analemma es un ejemplo de edificio de uso mixto, es decir, que incorpora estrategias de diseño a nivel espacial con la construcción del edificio más alto del mundo».
«Dado que esta nueva tipología de torre está suspendida en el aire, puede ser construida en cualquier parte del mundo y transportada a su ubicación final», dice la firma en su carta de presentación. Eso sí, la construcción se debería hacer en Dubái: «La propuesta requiere que Analemma se construya sobre Dubái, ciudad que ha demostrado ser una especialista en la construcción de edificios altos con un coste equivalente a la quinta parte de lo valdría en la ciudad de Nueva York».
Lejos de parecer una simple torre orientada a los negocios, los arquitectos quieren que allí viva gente, así que nada mejor que crear una ciudad en los cielos. «La torre se instalará en secciones, cada una con una función designada para que los residentes se sientan más en casa», puntualizan. «Los negocios se llevarán a cabo en el extremo inferior de las torres y los dormitorios se colocarán en la mitad del edificio».
Asimismo, los residentes tendrán acceso a una zona de jardinería, restauración, tiendas y entretenimiento. Los arquitectos planean aprovechar al máximo la ubicación del rascacielos y colocarán paneles solares en los niveles más altos para generar energía. En cuanto al agua, piensan obtenerla desde la condensación de las nubes y el agua de la lluvia, que será recolectada y purificada.
Una ciudad suspendida en el aire. Hasta aquí todo «normal», ¿pero cómo descender desde las alturas? La idea de los arquitectos y diseñadores es que la manera de llegar hasta el edificio sea mediante vehículos aéreos, y en caso de querer descender a tierra firme, la opción más rápida requeriría una buena dosis de adrenalina: tirarse en paracaídas.