El proyecto Orbital Display utilizará varios satélites del tamaño de una caja de pañuelos, llamados CubeSats, para lograr su objetivo. En teoría, serían colocados 450 kilómetros de altura, donde mostrarán mensajes ya sea comerciales o para presentar anuncios gubernamentales ante una emergencia, por ejemplo.
Cada satélite tendrá una vela desplegable capaz de reflejar la luz solar para formar los pixeles del logotipo o anuncio. Y a pesar que esta dependencia del Sol los haría funcionales solo en el crepúsculo vespertino y matutino, ya han conseguido reacciones negativas de los astrónomos y otros defensores del cielo oscuro. Porque una vez más nos enfrentamos a la dicotomía entre el progreso y la preservación, entre preservación del medio ambiente y los mandatos de la economía.
«Es una amenaza para la capacidad de hacer investigación astronómica desde el suelo. Cada uno de esos destellos de luz en el cielo es algo que puede interferir con nuestra capacidad para recolectar fotones de fuentes astronómicas», dijo el astrónomo John Barentine, miembro del Comité sobre Contaminación Lumínica, Interferencias de Radio y Desechos Espaciales de la Sociedad Astronómica Americana.
Por su parte, Vladilen Sitnikov, CEO de StartRocket y la mente detrás de todo el proyecto, opina de forma bastante diferente: «Estamos regidos por marcas y eventos. El Super Bowl, Coca Cola, Brexit, los Juegos Olímpicos, Mercedes, FIFA, Supreme, el muro mexicano. La economía está en el sistema sanguíneo de la sociedad y el entretenimiento y la publicidad son su corazón», afirma. «Viviremos en el espacio, la humanidad comenzará a llevar su cultura allí. Esto es inevitable», agrega.
Sitnikov se acercó a SkolTech, un Instituto de Ciencia y Tecnología de Skolkovo, para reunir profesionales, y según dijo al portal Astronomy, el primer lanzamiento de prueba podría tener lugar este año, con una ejecución completa en 2021, si tiene la financiación necesaria.