El estudio y la hipótesis presentada por físicos de las Universidades de Munich y Tblisi abundan en el abanico de soluciones a la paradoja de Fermi que vienen a postular que las civilizaciones extraterrestres siempre han estado ahí, pero su naturaleza es tan avanzada que aún no nos hemos dado cuenta de su existencia y si ellos han reparado en nosotros nos consideran formas de vida simples.
El estudio también enlaza con ideas como las megaestructuras alienígenas del tipo esfera de Dyson. Lo que vienen a decir sus autores es que los agujeros negros, o al menos algunos de ellos, son masivas supercomputadoras cuánticas desarrolladas por civilizaciones extraterrestres para almacenar datos.
Los autores sugieren que quizá una civilización extraterrestre haya encontrado la manera de crear agujeros negros mucho más grandes con el fin de almacenar mucha más información hasta el punto de usar estos fenómenos cósmicos para almacenarse a sí mismos e interactuar con el universo únicamente a través de la gravedad.
“Los agujeros negros son los condensadores de información cuántica más eficientes”, explican los autores. “Por lo tanto, es esperable que todas las civilizaciones lo suficientemente avanzadas acaben por emplear agujeros negros en sus computadoras cuánticas.”
¿Cuál es la aplicación práctica de semejante hipótesis? Los propios autores lo señalan en su estudio:
“La radiación de Hawking que acompaña a los agujeros negros es democrática en especies de partículas”, señalan en el paper. “Debido a esto, las computadoras cuánticas extraterrestres irradiarán partículas ordinarias como neutrinos y fotones dentro del rango de sensibilidad potencial de nuestros detectores. Esto ofrece una nueva vía para programas de búsqueda de inteligencia extraterrestre como el SETI, que incluye la búsqueda de civilizaciones compuestas enteramente de especies de partículas ocultas que interactúan con nuestro mundo exclusivamente a través de la gravedad”.