Hugo Danner: ¿Philip Wylie creó un superhéroe? Entrevista a Luis Alboreca.

Portada de la primera edición española de Gladiator, de Philip Wylie, publicada en 2008 por Ediciones Jaguar. Diseño de Fernando Fuentes Méndez.

En septiembre de 2021, Misterio en Red comenzaba su octava temporada, momento en el que se preparó y emitió un programa dedicado a la figura de Hugo Danner, personaje ficticio creado por Philip Wylie (1902-1971) que, de una forma u otra, serviría como inspiración para personajes posteriores como Doc Savage, Batman o el mismísimo Supermán, creado por Jerry Siegel y Joel Shuster en 1933 (teniendo un relato en el que aparecía como villan, publicado en junio de ese año en el número 3 del fanzine Science Fiction: The Advance Guard of Future Civilization, previo al famoso Action Comics n°1 de 1938). En aquel tercer programa de la octava temporada, hicimos un buen repaso de la novela y de los comentarios polémicos alrededor de ella. El enlace aparecerá al final del texto.

Conocí al personaje de Wylie gracias a Superhombres Ibéricos, libro de Pedro Porcel en el que se hace un somero repaso a personajes españole y foráneos de la época del pulp. A pesar de la gran importancia que Hugo Danner tuvo en lo referente a la creación de los superhéroes, la novela de Wylie sigue siendo una gran desconocida, y lo es aun más en nuestro país. Tristemente, ocurre lo mismo con prácticamente toda la obra de Wylie, un autor prolífico, además de guionista y columnista.

Paralelamente a aquel programa, tuve la suerte de que Luis Alboreca, traductor junto a Carlos Díaz Maroto de aquella edición en castellano de Gladiator, atendiera a mi petición de una entrevista, la cual me concedió. Por una serie de circunstancias, no he encontrado el archivo en todo este tiempo. Hasta ahora, momento en que se lanza en Misteriored, tal como debió ser hace un par de años. Ruego a Luis que me perdone por el retraso.

Sin más, aquí quedará subida la entrevista íntegra, que sirve como complemento de la lectura de Gladiator (libro que aun se puede conseguir) y la escucha de aquel programa de radio.

Entrevista a Luis Alboreca

P. ¿Cómo nació su interés por la ciencia ficción y por el género de los superhéroes en particular?

R. No soy de esas personas que recuerdan el momento exacto del comienzo de su afición. De pequeño me gustaban los tebeos de Bruguera, y creo que el primero contacto con los superhéroes fue un tebeo de Novaro con La Legión de Superhéroes. En el colegio leía los típicos libros de Jules Verne, Emilio Salgari y Charles Dickens, pasando por muchos otros más.

P. En trabajos anteriores y posteriores, usted ha elaborado varios ensayos y traducciones sobre otros héroes y personajes populares, como Batman y el propio Superman. La época del pulp es su especialidad. ¿Sobre qué otro personaje le gustaría indagar y escribir?

R. No creo que la época pulp sea mi especialidad, conozco mucho sobre algunos, pero desconozco la gran mayoría. Wonder Woman es uno de mis personajes favoritos y me gustaría escribir un libro sobre ella, aunque últimamente han aparecido varios, así que habría que esperar un poco. De todas maneras, escribí un postfacio para un libro sobre el personaje, “Wonder Woman: bondage y feminismo”, de Noah Berlatsky, editado por GasMask. Hacer algo sobre la Edad de Oro de los tebeos estadounidenses también es algo que me gustaría. Todo muy minoritario para las editoriales.

P. En cuanto a la edición de 2008 de Gladiator, ¿cómo nació el proyecto? ¿Era un trabajo que ya tenía pensado con anterioridad? ¿En cuántos trabajos ha colaborado con Carlos Díaz Maroto?

R. Bueno, es un personaje que me gusta mucho. Era una extraña mezcla de héroe pulp con cuestiones filosóficas. No era un héroe que luchaba con grandes enemigos, sino que luchaba consigo mismo, no se aceptaba. Pero a su vez, es el germen de muchos otros personajes que se han convertido en icono de los superhéroes.

Conseguí el libro, regalo de Carlos, y se me ocurrió ofrecérselo a la editorial Jaguar, con la que ya habíamos colaborado, y aceptaron.

Con Carlos llevo colaborando desde hace mucho tiempo, primero en el fanzine “Sueño del Fevre”, pasando por “El Ánime Erótico. De la A a la X”, mi único libro como autor en solitario, hasta “Batman. De Bob Kane a Joel Schumacher” que fue el primero que escribimos juntos.

Portada de “Marvel Preview” número 9, 1976.

P. Hasta donde sé, esa edición fue la primera que ha llevado la novela de Philip Wylie al castellano. ¿Cuál cree que es la razón de que nadie lo hiciera anteriormente?

R. Philip Wylie es un gran desconocido fuera de su país. Yo mismo lo conocí por su influencia en la creación de Superman, que creo que será la única referencia que tengan mucho otros. Así que tampoco me sorprende que no estuviera traducido hasta que le echamos el ojo.

P. Entremos en materia con Wylie. Desde luego, no fue un autor al uso. De hecho, varios de sus escritos muestran que tenía una visión adelantada a su tiempo. ¿El hecho de que su madre fuese novelista influyó en ello?

R. No sé responder a esa pregunta. Su madre murió cuando él tenía cinco años y solo había publicado un libro, “The Ward of the Sewing-Circle”, como Edna Edwards Wylie, en 1905, del cual desconozco todo.

P. Efectivamente, varios de los trabajos de Wylie prefiguran a un autor especial, que sin embargo no ha trascendido de la misma forma que algunos de sus contemporáneos. ¿Cuáles señalaría usted como los más destacados?

R. Destacados por sus influencias posteriores serían: “The Savage Gentleman” (1932), al que muchos estudiosos dan como el germen para Doc Savage (1933) creado por Lester Dent. Y “Cuando chocan los mundos” (“When Worlds Collide”, 1933), co-escrito con Edwin Balmer, que inspiró el comienzo, del Flash Gordon de Alex Raymond. Además de ser adaptada al cine como “Cuando los mundos chocan” (“When Worlds Collide” 1951) dirigida por Rudolph Maté. Tuvo una secuela “After Worlds Collide” en 1934, donde nos cuenta lo que ocurre con los supervivientes en el nuevo planeta. La primera se publicó en España, con una traducción espantosa, pero la segunda sigue inédita; algún editor podría animarse con ambas…

Generation of Vipers” de 1943, tal vez sea su trabajo más polémico, por sus críticas a los grandes estamentos de la sociedad norteamericana.

P. Antes de hablar de la polémica en torno a Gladiator y la clara influencia que tuvo en el nacimiento de otros superhéroes, me gustaría que me hablase un poco de The Paradise Crater, de 1945. Hace un tiempo, hallé a otro autor que tuvo un problema similar. En aquel caso fue Cleve Cartmill, cuyo relato Deadline (1944) le dio muchos dolores de cabeza. ¿Por qué causó tanta controversia la novela de Wylie? El gobierno federal le tuvo en arresto domiciliario, ¿conoce los detalles?

R. En aquella época, el gobierno estadounidense, podría decirse, estaba paranoico en las cuestiones nucleares. Hasta censuraron una aventura de las tiras de prensa de Superman por el uso de un ciclotrón. También censuraron una historieta titulada “Battle of the Atoms” que se debía editar a principios de 1945, hasta después de que se lanzase la bomba sobre Japón. Todo lo relacionado con la bomba nuclear estaba muy vigilado hasta extremos delirantes. Hitchcock, por aquellas fechas, preparando la película “Encadenados”, investigó sobre el uranio, que es con lo que traficaban los malos; pues bien, fue vigilado por el FBI durante un tiempo.

P. Ahora sí, centrémonos en la historia de Hugo Danner. Según la propia introducción del autor, nació un poco gracias a su impotencia frente a la capacidad de las máquinas. ¿Qué otros motivos fueron los que llevaron al autor a crear a ese primer superhombre?

R. En esto no te puedo ayudar. Desconozco ese dato.

P. Sin haber leído el relato, algunos pueden pensar que se van a encontrar con gestas heroicas, una vida fascinante y con alguien que es visto como lo que es, alguien muy superior. ¿Pero qué encontramos realmente? ¿Cómo es Hugo Danner?

R. Hugo es un hombre al que la vida, en este caso su padre, le ha dotado de poderes que no desea. Es un inadaptado por ello, no puede llevar una vida normal. No tiene apenas amigos, ni pareja, aunque lo intenta. Su vida está llena de insatisfacciones, y cuando parece que va a conseguir la felicidad se le escapa de las manos. La frustración es lo que le lleva hasta las últimas consecuencias. Wylie no pretende contarnos las aventuras de un superhombre, nos muestra como seria ese ente en la vida real.

P. Su superioridad física es fruto de los experimentos de su padre, que no duda en cruzar todos los límites éticos para satisfacer sus propias aspiraciones. ¿Es ese padre un mad doctor como los que se veía en otro tipo de creaciones? ¿La frustración del protagonista es producida por ese choque entre un padre excesivamente frío y una madre muy religiosa?

R. Se podría decir que es un personaje más parecido al doctor Frankenstein o al doctor Moreau, hombres de ciencia cuyos sueños son demasiado “innovadores” para la sociedad donde viven. Buscan el saber más allá de lo que ese ahora les tiene permitido. Por supuesto, esto ha dado también a los llamados mad doctors, aunque estos busquen más su propia satisfacción. El doctor Danner busca más la sabiduría.

Como he dicho antes, la frustración de Hugo viene de su propia no aceptación, aunque claro, los padres le han influido. No le han enseñado a enfrentarse a esa frustración, no sabe que sus límites tienen que ser autoimpuestos, ya que esos límites no pueden o quieren ser impuesto por los padres. Un psicólogo podría examinar todo ello desde una perspectiva muy interesante.

P. ¿Qué mensajes nos transmite Wylie con su libro? ¿Por qué imaginó una vida tan desgraciada para alguien con los dones de Hugo?

R. Por pesimismo con la humanidad. Creo que el autor no era de los que pensaban que los humanos eran perfectos, los veía más bien imperfectos, captaba las debilidades y el egoísmo más que las fortalezas y las virtudes de la humanidad. Hugo es más poderoso y, por tanto, debe tener mayores defectos.

P. Saltemos a las influencias. Es sabido que los paralelismos entre Hugo Danner y Clark Kent son más que evidentes, pero los creadores de este último jamás lo reconocieron. ¿Cuánto hay de Hugo Danner en el primitivo Superman?

R. Todo, salvo su fortaleza mental, pero claro, es un héroe, un tebeo con un villano de protagonista no sería exitoso. Como digo en el prólogo del libro, hay frases publicitarias idénticas, como lo de más rápido que un tren. Y el traje de Superman, parecido al que llevaban muchos forzudos del circo, trabajo que realizó el propio Hugo. El Superman primigenio no mataba, pero tampoco se preocupaba mucho por el daño que hacía a sus semejantes, sobre todo si eran los malos. Hugo hizo cosas muy duras durante la Primera Guerra Mundial.

Portada de Young All-Stars (1987-1989) #29.

P. ¿Philip Wylie era consciente de ese parecido más que razonable? ¿Nunca intentó forzar a Siegel y Shuster a reconocer que se basaron en Gladiator? ¿Hubo algún pleito legal?

R. Parece que no hubo ningún intento en ese particular. Creo que Wylie no le dio importancia, él estaba a otras cosas. Hay que tener en cuenta que de ese parecido se habló muy posteriormente, cuando ya casi no importaba. Acaso ni él mismo se había fijado hasta que otros lo descubrieron. Lo irónico del caso es que sí hubo pleitos legales en las supuestas copias de Superman.

P. Igualmente, hay elementos de Danner que se vieron posteriormente en otros héroes. ¿Me podría mencionar algunos?

R. La mayoría de los casos sería con los héroes consiguiendo sus poderes con experimentos, véase el Capitán América o Powerman, después conocido por Luke Cage, o a los mutantes que conseguían sus poderes debido a cuestiones externas como las radiaciones o algún experimento realizados por los padres que afectaban a sus genes.

P. El caso de Superman no es único. Flash Gordon o Batman bebieron bastante de otras obras de Wylie. ¿Hay pruebas más evidentes en estos otros casos?

R. En el caso de Flash Gordon es muy tenue. Como he dicho antes, el comienzo de la tira empieza con un planeta errante acercándose a la Tierra, que es parecido a “Cuando chocan los mundos”, pero poco más. También hay elementos de Doc Savage, que han pasado de las novelas a los tebeos, como la Fortaleza de la Soledad. Pero no conozco toda la obra de Wylie como para mencionar alguno más. Porque, por ejemplo la película “El hombre invisible” de James Whale incorpora elementos de una novela suya, “The Murderer Invisible”, pero ahí si le pagaron derechos, aunque no se cita en los créditos.

P. ¿Han hecho justicia a Hugo Danner las adaptaciones de cine y comic que ha habido de la obra?

R. La película, “The Gladiator” (1938), era humorística, hecha para lanzar el tipo de humor de su protagonista, Joe E. Brown, y no ha pasado a la historia. En España no se estrenó ni se ha pasado por televisión. Además no era muy fiel a la novela, centrándose solo en la etapa universitaria del personaje, por lo que parece.

Existe una adaptación al cómic, en el “Marvel Preview” número 9, en 1976, publicada por Marvel, que se centra en la primera mitad del libro, y que está muy bien hecha, escrita por Roy Thomas y dibujos de Tony De Zúñiga. El propio Thomas mostró al propio Hugo Danner sobreviviendo y transformado en villano en una saga de la serie “Young All-Stars”, con un hijo incluido, Iron Munro. Por último, el guionista y dibujante Howard Chaykin adaptó la novela en una miniserie, titulada “Legend”, de cuatro números ilustrados por el genial Russ Heath.

Creo que solo la historieta del “Marvel Preview” hace justicia a la obra de Wylie.

P. Para finalizar, me gustaría que me diese su opinión sobre el global de la obra de Philip Wylie y sobre su trascendencia de cara a las nuevas generaciones. ¿Cree que ha recibido un trato justo?

R. Como suele pasar con los autores de su época, muy pocos son considerados hoy en día. En la mayoría de los casos son olvidados por completo, solo los aficionados a este género son los que recuerdan a autores como Robert E. Howard o H. P. Lovecraft, dado que sus creaciones han trascendido a sus propios creadores. Wylie fue bastante reconocido en vida, fue adaptado a la radio, escribió guiones para televisión y trabajó mucho en cine, pero hoy en día está muy olvidado. ¿Es un trato justo? No. Pero ocurre a muchos otros escritores que necesitan una reivindicación. En España se ha publicado muy poco de su obra: “Gladiator”, “Cuando chocan los mundos” y “El fin del sueño”, aparte de dos relatos. Una insignificancia. Sus últimas novelas trataban sobre los efectos catastróficos de la polución y el cambio climático, temas que ahora están candentes por razones obvias. No estaría mal que volvieran a publicarse.

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Acerca de Félix Ruiz

Trabajador Social de formación y apasionado de las temáticas relacionadas con el misterio desde siempre. Redactor de noticias, escritor novel, lector compulsivo y buscador incansable de preguntas que compartir con todo aquel que sea curioso y quiera saber más.

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