Se trata de una práctica realizada por estos guerreros a sus enemigos más odiados, la cual consistía en abrir la espalda de la víctima y separar las costillas de la columna vertebral, antes de extraer los pulmones a través de las heridas resultantes. El ‘aleteo’ final de los pulmones abiertos sobre las costillas extendidas se asemejaba supuestamente al movimiento de las alas de un pájaro, de ahí el nombre de águila.
El ritual, que ha aparecido en la serie de televisión ‘Vikingos’ y en el reciente videojuego ‘Assassin’s Creed: Valhalla’, ha sido durante mucho tiempo estudiado por científicos, sin embargo, nunca se han encontrado pruebas arqueológicas definitivas que confirmen su ejecución.
Este nuevo estudio publicado en la revista Speculum, hace una aproximación al ritual a partir de un análisis sociocultural de la cultura vikinga y una cuidadosa reevaluación de los nueve relatos medievales del ritual, en consonancia con el uso de un programa informático de modelado anatómico para recrear versiones extremas del águila de sangre, simulando el efecto de cada paso de la tortura en el cuerpo humano.
El análisis de las fuentes de la época indica que este tipo de ritual no sería necesariamente fuera de lo común y claramente muestra que la cultura vikinga no se limitaba a la hora de exhibir la muerte, además reflejaba una obsesión cultural por demostrar honor y prestigio.
Según los científicos, un tipo concreto de punta de lanza vikinga acabadas en gancho podría haberse utilizado como herramienta para ‘soltar’ hacia afuera rápidamente la caja torácica desde la columna vertebral. Sin embargo, aunque el ritual se realizara con cuidado, la víctima habría muerto muy rápidamente. Por lo tanto, cualquier intento de remodelar las costillas en ‘alas’ o de extraer los pulmones se habría realizado sobre un cadáver y ese último ‘aleteo’ no se habría producido.
El ritual águila de sangre parece haber sido una práctica llevada a cabo solo en circunstancias excepcionales, concluyen los especialistas.