La idea es que el DMT abra un espacio en la mente de los participantes para que la terapia sea más efectiva. La terapia servirá también para procesar y asentar la experiencia, que aunque muy corta (de diez a quince minutos normalmente) puede ser muy fuerte y, según los investigadores, podría producir cambios duraderos en la mente de los pacientes.
La prueba clínica será una primera investigación en torno a los efectos terapéuticos de esta sustancia que es, por así decirlo, pariente de la psilocibina (pues activa algunos de los mismos receptores en el cerebro), una sustancia que ha comprobado ser altamente poderosa en el tratamiento de condiciones mentales como la depresión y que recientemente se ha legalizado en algunos lugares en Estados Unidos. El DMT es también una de las sustancias activas en el brebaje de la ayahuasca, la cual se ha convertido en uno de los tratamientos más interesantes para diversas condiciones, incluida la depresión.
Las pruebas están siendo modeladas conforme al éxito previo de las pruebas de psilocibina. La revolución de la medicina psicodélica está claramente en marcha. Los investigadores creen que el DMT es interesante fundamentalmente por su corta duración, lo cual lo hace prometedor no solo terapéuticamente sino desde un punto de vista de recursos. Una prueba de psilocibina puede ser un asunto de todo el día, mientras que estas pruebas podrán durar dos horas en total. Esto lo hace también atractivo para empresas farmacéuticas. A la par de la revolución psicodélica también está ya en marcha el capitalismo psicodélico, algo que actualmente parece inevitable.
Queda por verse, sin embargo, si el DMT tiene el mismo potencial de sanación que la psilocibina, justamente también por ser algo tan rápido y difícil de procesar. Muchos de los psiconautas no tienen demasiada precisión en sus recuerdos sobre lo que experimentaron, salvo algunas de las más extrañas y hermosas alucinaciones. Algo distinto ocurre con la psilocibina. No obstante, quizá el DMT llevado de la mano de un protocolo terapéutico pueda ser igualmente efectivo.
Tomar el medicamento antes de la terapia es similar a sacudir una bola de nieve y dejar que los copos se asienten, dijo Carol Routledge, directora científica y médica de Small Pharma, la compañía que realiza el ensayo en colaboración con el Imperial College de Londres.
“La droga psicodélica rompe todos los procesos de pensamiento rumiativos en su cerebro, literalmente deshace lo que ha sido causado por el estrés que ha pasado o los pensamientos depresivos que tiene, y aumenta enormemente la creación de nuevas conexiones. Entonces, la sesión [de psicoterapia] posterior es la de dejar que las cosas se resuelvan; te ayuda a dar sentido a esos pensamientos y te vuelve a poner en el camino correcto. Creemos que este podría ser un tratamiento para una serie de trastornos depresivos además de la depresión mayor, incluido el trastorno de estrés postraumático, la depresión resistente al tratamiento, el trastorno obsesivo compulsivo y posiblemente algunos tipos de abuso de sustancias“.
La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) aprobó el ensayo el lunes, y Small Pharma está actualmente involucrada en discusiones con el Ministerio del Interior, que también debe dar permiso porque el DMT es una sustancia controlada.
“Mientras que una sesión de psilocibina toma todo el día, y si está haciendo dos o más de esas, es un tratamiento duradero, una sesión de DMT, con todo incluido, probablemente tomará menos de dos horas“, dijo Peter Rands, CEO de Small Pharma. “Esperamos que el DMT sea de acción rápida, equivalente o tal vez incluso mejor que la psilocibina, por lo que a las pocas horas de una sesión obtendrá un alivio rápido [de su depresión]. También esperamos que el efecto se mantenga durante un período de tiempo similar”.