El medievalista Grigory Kessel, profesor en la Academia de Ciencias de Austria, descubrió este nuevo texto oculto bajo capas de otro texto cuando se puso a estudiarlas con técnicas de luz ultravioleta. Imagen: Sean Gallup (Getty Images).
Un grupo de científicos parece haber descubierto un “capítulo oculto” de un texto bíblico que tiene 1750 años de antigüedad, según un nuevo estudio publicado el mes pasado en la revista New Testament Studies.
Se cree que el fragmento que descubrió Kessel es una nueva traducción de uno de los capítulos existentes de los Evangelios. Para ser más exactos del capítulo 12 de Mateo, que se incluyó originalmente en una de las traducciones de la Biblia al siríaco antiguo hace 1500 años. Los científicos creen que esta traducción fue escrita en el siglo III y luego fue copiada cientos de años después, en el siglo VI. Hace aproximadamente 1300 años, algún escriba de la zona de la actual Palestina borró esta traducción para reutilizarla, ya que el pergamino era un bien preciado que escaseaba en la época.
“La tradición del cristianismo siríaco ha visto varias traducciones del Antiguo y Nuevo Testamento”, explicaba Kessel. “Hasta hace poco, solo se conocían dos manuscritos que contenían la traducción al siríaco antiguo de los evangelios”.
El texto que acaba de descubrir Kessel ofrece una interpretación diferente de los Evangelios. El original en griego del capítulo 12 (versículo 1) dice: “En aquel tiempo, Jesús pasaba por los campos de trigo en sábado; y sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comer.” En cambio, la traducción siríaca que Kessel localizó dice: “[…] comenzaron a recoger las espigas, a frotarlas en sus manos y comerlas”.
“Este descubrimiento demuestra cuán productiva e importante puede ser la interacción entre las tecnologías digitales modernas y la investigación cuando hablamos de manuscritos medievales”, explicó Claudia Rapp, directora del Instituto de Investigación Medieval de la Academia de Ciencias de Austria.