Ocurrió el pasado sábado al sur de El Cairo, en el cementerio de Saqqara, la necrópolis de la antigua capital egipcia de Memphis. Un grupo de arqueólogos abrió uno de los cincuenta y nueve ataúdes de madera sellados que habían encontrado en las últimas semanas. Se trataba de una momia intacta durante 2.500 años.
Cuentan los investigadores que el sarcófago abierto reveló restos momificados envueltos en telas funerarias con inscripciones jeroglíficas en colores brillantes. Un descubrimiento que comenzó hace unas semanas, cuando contamos el hallazgo de trece ataúdes.
Como entonces, todavía se desconoce el número total de reliquias y ataúdes que pueden estar enterradas en la zona.
“Así que hoy no es el final del descubrimiento, lo considero el comienzo del gran descubrimiento“, ha descrito el ministro de turismo y antigüedades, Khaled al-Anani.
Los ataúdes, sellados hace más de 2.500 años, se remontan al Período Tardío del antiguo Egipto, alrededor del siglo VI o VII a. C. Además, en los últimos días también se han encontrado docenas de estatuas en el área, incluida una estatuilla de bronce que representa a Nefertem, un antiguo dios de la flor de loto.