Es conocido que los antiguos egipcios utilizaban tintas para escribir desde al menos el 3200 a.C. Sin embargo, las muestras estudiadas en esta ocasión datan de entre el año 100 y 200 d.C., y fueron originalmente extraídas de la famosa biblioteca en el templo de Tebtunis —la única de gran escala conocida que sobrevivió de aquel periodo, conteniendo escritos en demótico y jeroglífico, así como muchos papiros griegos que datan de la época ptolemaica y romana—, en el Bajo Egipto.
“Al aplicar tecnología de punta del siglo 21, hemos revelado los secretos ocultos de la ancestral tecnología utilizada para la tinta egipcia y contribuido a echar luz sobre el origen de la práctica de la escritura”, dijo la física Marine Cotte de la Instalación Europea de Radiación de Sincrotrón (ESRF) en Francia.
Las tintas rojas, típicamente utilizadas para resaltar encabezados, instrucciones o palabras clave, fueron coloreadas probablemente con el pigmento natural de ocre. Las trazas de hierro, aluminio y hematita halladas apuntan en esta dirección. Pero más intrigante aún fue el descubrimiento de compuestos basados en plomo, tanto para la tinta negra como para la roja, sin ninguno de los pigmentos tradicionales basados en plomo usados para colorear. Esto sugiere que el plomo fue agregado con un propósito meramente técnico.
“Los secantes basados en plomo previenen que la tinta o pintura se expanda mucho cuando es aplicada sobre la superficie del papel o papiro”, escriben los investigadores en su estudio. “De hecho, en este caso, el plomo forma un halo invisible que rodea las partículas de ocre”.
Esto explica cómo los antiguos egipcios mantenían sus papiros libres de manchas o borrones, y también indica una técnica especializada de manufactura de tinta. Asimismo, es probable que los sacerdotes del templo, quienes escribieron con esta tinta, no hayan sido los inventores originales de la mezcla.
“A partir del hecho de que el plomo no fue agregado como pigmento sino como secante, inferimos que la tinta tenía una receta más bien compleja y que no podía ser hecha por cualquiera”, señaló el egiptólogo Thomas Christiansen, de la Universidad de Copenhague en Dinamarca. “Nuestra hipótesis es que existían talleres especializados donde se preparaba esta tinta”.
Cabe destacar que la preparación de tinta roja dentro de talleres ha sido mencionada en documentos griegos datados del tercer siglo d.C., respaldando la idea de una mezcla especializada de tinta en Egipto y a lo largo del Mediterráneo. Esta técnica de usar plomo como agente secante también fue adoptada en la Europa del siglo XV a medida que las pinturas al óleo comenzaron a aparecer.
“El microanálisis sincrotrónico avanzado nos ha provisto un valioso conocimiento sobre la preparación y composición de las tintas negras y rojas en el antiguo Egipto y Roma”, concluyó Christiansen.