Científicos chinos desarrollan arma sónica portátil para controlar a las masas

El país comunista se ha visto durante el verano envuelto en una serie de protestas que han intentado ser censuradas por el gobierno de todas las formas imaginables. La ley de extradición fue el pretexto para que miles de personas salieran a las calles a diario mientras el aparato político trataba de silenciar a los manifestantes, y de paso hacer ver al mundo que todo seguía yendo bien y no ocurría nada anormal. Balas de goma o gases lacrimógenos se convirtieron en protagonistas durante agosto, en imágenes y vídeos que eran eliminados rápidamente por las autoridades, pero que se multiplicaban sin cesar a través de Internet.

Una de las actuaciones más llamativas de determinados grupos de protestantes consistían en romper y hacer añicos multitud de cámaras de seguridad, símbolo permanente de la vigilancia estatal a la población. Los que se atrevían a hacer tal cosa lo hacían con pañuelos que les cubrían el rostro, y también los había que se enmascaraban para escapar a ese control facial que divide a la opinión pública entre la tan cacareada “seguridad” y el derecho a la privacidad, claramente en extinción en pleno siglo XXI.

Había vídeos que hacían patente que los distintos despliegues de policía y ejército se veían totalmente impotentes ante el empuje ciudadano, hasta tal punto que no hubo más remedio que huir de esos campos de batalla improvisados. Quizás debido a ello, o a la necesidad de mejores métodos de control de masas para garantizar esa seguridad pregonada por los gobiernos de medio mundo, estos científicos han desarrollado este arma portátil.

El utensilio en cuestión produce lo que llaman un “efecto biológico”. Y desde luego que no es nada agradable, pues hablan de una sensación de extrema incomodidad, vibraciones en los oídos, molestias en el estomago, en el cerebro y hasta en el hígado. La intensidad de ondas de baja frecuencia puede incluso causar mareo, dolores de cabeza y vómitos, defecación involuntaria y hasta ataques cardíacos, según estudios que, hay que decirlo, tienen muchos años de realizados y no explican claramente el mecanismo de acción. Desde luego no es la primera vez que se habla de armas de ester tipo, y los seguidores de las noticias extrañas y conspirativas sabrán muy bien por qué. Extraños ataques a embajadas o espías intoxicados de forma sorprendente son sólo algunos ejemplos.

Es evidente que las frecuencias de sonido pueden usarse como armas y el reto científico recaía en crear formas más prácticas y precisas. Todos los efectos descritos anteriormente eran de sobra conocidos, pero era necesario perfeccionar los métodos para no herir de gravedad (o directamente matar) a todos los expuestos a este tipo de armamento. Las armas sónicas previamente desarrolladas, que no se han empleado de manera regular por diversas razones, deben ser montadas en vehículos y requieren de una fuente de poder estable. Aquí ha habido una evolución, que promete ser revolución si se convierten en armas de uso común, pues las armas chinas son más pequeñas y fáciles de utilizar, y usan un pequeño tubo de gasa como fuente de poder.

El gobierno chino, que se caracteriza justamente por el control de la población, ahora tiene una sofisticada arma para alterar los comportamientos de masas indeseadas.

https://www.scmp.com/news/china/science/article/3028071/chinese-scientists-develop-handheld-sonic-weapon-crowd-control

Acerca de Félix Ruiz

Trabajador Social de formación y apasionado de las temáticas relacionadas con el misterio desde siempre. Redactor de noticias, escritor novel, lector compulsivo y buscador incansable de preguntas que compartir con todo aquel que sea curioso y quiera saber más.

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