John Greenewald, fundador de The Black Vault, especializado en obtener documentos desclasificados del gobierno mediante peticiones FOIA (Freedom of Information Act), subió allá por 2004 miles de páginas sobre MK-ULTRA. Un material tan extenso que solo el índice constaba de 85 páginas. Aún así, estos documentos representaban una pequeña fracción de los registros escritos sobre el controvertido programa de la Agencia de Inteligencia estadounidense, que estuvo activo desde 1953 a 1973. En 2016, Oscar Diggs, un usuario de The Black Vault, descubrió irregularidades en la colección que la CIA le había enviado a Greenewald ante su petición.
Fue así que Diggs creo una lista de los registros y páginas «perdidos» de acuerdo a lo que se mencionaba en el índice. En aquel entonces, la CIA se negó a entregar lo que faltaba ateniéndose a un pequeño tecnicismo: los documentos faltantes eran sobre «modificación del comportamiento» y lo solicitado decía que se liberen todos los archivos concernientes al «control mental» —evidentemente para la Agencia había una diferencia entre ambos…—.
Ahora, Greenewald ha iniciado una campaña crowdfunding para cubrir las tarifas que la CIA exige para liberar esa información, que consta nada más y nada menos que de 4.358 páginas.
«No debemos tener miedo de hacer preguntas», declaró Greenewald a Motherboard. «Si el gobierno miente, los documentos no».
https://www.newsweek.com/project-mkultra-documents-cia-brainwashing-techniques-black-vault-1073061